Historias

¿Por qué me dejó en “visto”?

12 diciembre, 2016

Tengo una relación de amor/odio con el WhatsApp.

Amo la aplicación, me es muy útil (igual que a gran parte de los 119 millones de mexicanos), y digo esto porque de acuerdo a un estudio realizado por la empresa de análisis de información virtual, Global Web Index, somos el cuarto país que más usa WhatsApp en el mundo.

Odio que la gente quiera tener conversaciones larguísimas (y trascendentes) por WhatsApp.

Es maravilloso poder conectarte con personas que están del otro lado del mundo, pero lo mejor (bueno al menos para mi), es la posibilidad de mandar fotografías en ese preciso momento en el que quieres ilustrar lo que estas diciendo.

¡Ah! la vida ya nunca será la misma después de los MEMES.

Yo nunca he tenido mucha dificultad para comunicarme (creo que ya lo notaron) y con las personas que están lejos, lo hacía por medio de e-mail, pero la inmediatez del WA es otra cosa, y esto se lo debemos a la telefonía celular, nadie va por la vida con su lap top bajo el brazo.

Pero todo tiene sus pros y sus contras. Aparte de la dependencia a la aplicación -hay videos y fotos sorprendentes-, lo que más me incomoda es que ya nadie hace llamadas. Ya no existen.

¡Los teléfonos celulares ya no timbran!

Y no extraño las llamadas en sí, lo que me sorprende es que la mayoría quiere tener conversaciones profundas y a veces incluso vaciarte su corazón por medio de mensajes de WA.

Me encantaría que la aplicación tuviera algo así como un límite de tiempo, como las llamadas a número frecuente ¿se acuerdan? y que después de algunos minutos, se inhibiera la aplicación y se conectara a los dos números por medio de una llamada.

Me gusta “watsapear” con mis amigas (os), pero me dan calambres en los dedos cuando tengo mas de 5 o 10 minutos escribiendo. ¿Por qué si ven que la plática va pa’largo no te marcan?, ¿Por qué prefieren teclear si hablar es más fácil?

Pienso que hay muchos factores por los cuales la gente prefiere usar el WhatsApp y uno de ellos es porque es una “plataforma” en donde dejas de ser una persona y te conviertes en un “bot”.

En el WA

  • No existen los silencios incómodos
  • Los gritos y los acaloramientos propios de un diálogo no amistoso
  • Las respuestas que salen desde el estómago y después nos hacen arrepentirnos de haberlas dicho.
  • Las preguntas sin respuesta.
  • Te permite “sonar” calmado cuando tu voz te echaría de cabeza y tu interlocutor sabría si estas contento o a punto de llorar.

Entre otras cosas la aplicación te permite “ser” eso que necesitas ser y “estar” en lugar que necesitas estar en ese momento

El Wa aparte te da la posibilidad de hacer algo maravilloso que no podemos hacer con la boca y eso es EDITAR, leer lo que voy a decir antes de decirlo es PRICELESS.

Por otra parte, sería muy difícil dejar a alguien en “visto” si estuvieras hablando con él ¿no crees? o tener una conversación con dos, tres y hasta cuatro personas al mismo tiempo, o decirle a alguien que estas en tu casa cuando el ruido del tráfico te delata.

Creo que el WA seguirá siendo un éxito porque nos permite estar presentes cuando lo deseamos y mágicamente desaparecer cuando ya no queremos “estar”…

Nos deja ser lo que algunos nos hemos acostumbrado a ser, un ente entre lo real y lo virtual.

 

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Fotografía: PEXELS

 


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