Monthly Archives

julio 2017

¿Qué Leo?

Otra vuelta de tuerca

31 julio, 2017

Traía muchas ganas de leer un clásico y le pedí a una amiga que lee muchísimo (a.v) que me recomendara algo ameno y digerible.

He de confesar que por muchas que fueran las ganas tampoco tenía ninguna intención de leer a Herodoto o en su defecto aventarme ahora si un bucito y leer de una buena vez Don Quijote de la Mancha (que no he podido terminar).

Mi amiga me recomendó Otra vuelta de tuerca de Henry James, es un cuento corto de unas 84 páginas más o menos.

Nunca leo historias de misterio porque soy muy miedosa y después ando sufriendo porque no puedo dormir, pero por alguna razón este me atrapó.

Yo creo que fue el lenguaje de la Inglaterra de aquellos tiempos tan diferente a la forma de hablar de ahora o la simpleza con la que esta escrito.

Otra vuelta de tuerca nos cuenta la historia de una institutriz joven y guapa que llega a una casa localizada en el campo.

Su trabajo consiste en hacerse cargo de la educación de Flora y Miles hermanos huérfanos que se encuentran bajo la tutela de un tío ausente que lo único que hace es encargarse de su manutención y mantenerse alejado de ellos.

Al poco tiempo descubre un terrible secreto que guardan los niños.

Y aquí le paro. No cuento más…

 

Si te gustó este post compártelo y suscríbete al blog AQUÍ



æ

Vida Sana

Más naturaleza, menos estrés.

17 julio, 2017
Cada vez que necesito terapia de introspección veo el cielo, el mar o el fuego. No veo el mar tan frecuentemente como me gustaría hacerlo, pues vivo en una ciudad lejos de la costa. De estos tres elementos de la naturaleza el que más disfruto es el fuego, lamentablemente es el que tengo menos oportunidad de apreciar. 
 
Cuando digo fuego no me refiero a la llama azul que sale de las espreas de la estufa, mas bien hablo de esas hogueras que se hacen cuando vas de campamento (hace 20 años que no voy) o cuando estás en la playa en invierno y te entregas a la tarea de hacer una tamaño profesional, porque hemos de reconocer que no es nada fácil encontrar madera en la costa.
 
También es posible apreciar estas llamaradas en las chimeneas, para nada comunes en mi ciudad, ya que el invierno no es ni largo ni crudo, esas llamas enormes me parecen hipnóticas y podría quedarme viendo ese fulgor por horas, las llamaradas me transportan, me relajan y siento que inducen a un estado de trance maravilloso.
 
Nunca antes me había puesto a pensar en esto, ni en porqué se da este fenómeno de volvernos seres más apacibles cuando estamos cerca de la naturaleza, pero hubo alguien que si se puso a meditar detenidamente en esto, pero más importante aún, se puso a investigar.
 

Combate el estrés gratis

 
Aproximadamente desde el año de 1985, se han hecho estudios y estos demuestran que el estar en contacto con la naturaleza reporta grandes beneficios para la salud. 
 
Japón, Corea del Sur y Estados Unidos son algunos de los países que han comenzado a recetar los paseos por el bosque como terapia contra el stress, alta presión y ansiedad.
 
Hay estudios que demuestran que caminar por el bosque disminuye los niveles de cortisol y de estrés, en España también han comenzado con esta práctica y la llaman “baños de bosque”.
 
Esto me puso reflexionar, si el hecho de estar tan alejados de la naturaleza, pudiera ser la causa principal de que la mayoría de los habitantes en las grandes ciudades estemos estresados. ¿Será esta la causa de que toda esa gente que vive en el campo goce de buena salud y mejor carácter? 
 
Tal vez debamos hacer un esfuerzo por plantar mas árboles en los lugares donde pasamos mucho tiempo y observar que pasa; sitios donde por lo general hay una gran concentración de personas como centros comerciales, avenidas, gimnasios, bancos, bibliotecas, hoteles, corporativos y otras muchas áreas de la gran mancha urbana. 
 
Con suerte bajarán los niveles de agresividad y violencia. Si no fuera así, nos quedaríamos con un hermoso paisaje, aire más puro, un refugio para nuestros automóviles y la plena certeza de que durante el implacable verano de Monterrey, no hay mejor compañía que la sombra de un árbol.
 
 
 
 
Fotografía: PEXELS


æ

Historias

Un kaftan: El traje de gala para estar en casa

3 julio, 2017

Recuerdo como si fuera ayer el día que conocí a la mamá de mi amiga (y.a), recuerdo también que al mismo tiempo conocí una prenda que hasta el día de hoy no le he visto usar a nadie: el Kaftan.

Por aquellos años yo era una adolescente (estudiaba la preparatoria) y las “señoras” eran una especie que nada tenía que ver conmigo.

Hasta ese día para mí las amas de casa se veían todas iguales, tenían ese look normal tirándole un poco a estar desarregladas, y al conocerla me topé frente a frente con una especie para mi hasta ese entonces desconocida:

El ama de casa glamorosa.

En los años ochenta me presentó esta prenda y gracias a ella conocí muchos. Los lisos, los estampados, los gruesos y los sumamente delgados y vaporosos; Tenía muchos, todos y cada uno de ellos la hacían lucir espectacular.

Se veía regia con solo un kaftan, unos aretes y su pelo negrísimo recogido en un chongo alto.

Siempre usaba lo mismo para estar en casa, parecía como si estuviera lista para irse a una fiesta y el único indicio de que no era así es que andaba descalza.

Es como si al vestirlos  se encontrara en su estado natural, era una prenda que le quedaba como anillo al dedo, combinaba con su cuerpo, su personalidad y su estilo de vida.

Sin duda alguna ayudaba el hecho de que era alta y delgada; Cuando la veía ir y venir con esa prenda que transmitía libertad de movimiento y frescura pensaba:

Cuando crezca voy a vestirme así para andar en casa“. El tiempo pasó y gracias al olvido nunca compré ni siquiera uno, y  ahora que yo tengo su edad y ando en búsqueda de ropa que me guste y que me haga sentir cómoda sin sacrificar el estilo, recordé sus maravillosos kaftanes.  

 

En cuanto pueda me daré a la tarea de buscar uno y poco a poco iré formando una colección de los más cómodos y bellos que encuentre.

Ahora que Monterrey esta que arde nueve de los doce meses que tiene el año. Ahora que ando en búsqueda de ropa apropiada para mi edad. Ahora que ya tengo los años suficientes como para no  sacrificar la comodidad a cambio del estilo, me parece que un kaftan es la nueva prenda de mis sueños

Aparte de su belleza, comodidad y versatilidad indiscutible (lo mismo lo llevas a una cena que al banco), cuando las temperaturas alcanzan los 35 grados, cuando el calor es tan intenso que cualquier tela pareciera lana virgen y no quisieras que nada te rozara la piel, no hay nada más apropiado para andar por la vida que un amplio, vaporoso y fresco kaftan. 

 

Si te gustó este post compártelo y suscríbete al blog AQUÍ



æ