Hace un par de años, justo cuando pensaba yo que la efervescencia mediática del libro cincuenta sombras de Grey había comenzado a ceder un poco, fui al cine a ver la película THE BOOK CLUB.
Y bueno pues resulta : *deja de leer el post si no la has visto* que la trama de esta divertida película, documenta el impacto que tiene el susodicho libro, en la vida de las integrantes de un club de lectura.
Cuatro mujeres de la tercera edad agarran su segundo aire siguiendo los pasos de Christian y Anastasia.
Después de que salí del cine me puse a pensar en todo el revuelo que causó el libro y de como éste mismo, era el centro de todas las conversaciones una vez que se publicó.
Tengo una vaga idea de porque la novela alcanzó la categoría de fenómeno literario (casi fenómeno social) y aunque me temo que no podría asegurarlo, me gustaría mucho compartir con ustedes mi “teoría no comprobada” para saber si piensan lo mismo que yo.
Me inclino a pensar que el hecho se debe a que a las mujeres maduras de hoy (jóvenes de los 70’s y 80’s) se nos prohibió siempre leer este tipo de literatura.
Crecimos carentes de esos escritos que tienen como única finalidad despertar la sensualidad y el erotismo que son parte inherente del ser humano; Lo que es aún peor, lo hicimos pensando que leerlos era un pecado mortal.
Con todo y culpa llegué a leer una que otra Bianca. La primera que llegó a mis manos la dejé a medias pues una compañera (más adicta y temeraria) la sacó en plena clase y se la quitaron.
Con ella se fue la colección completa de mi amiga (b.o.) que las llevaba al colegio y las compartía con todas las compañeras de la prepa
En un dos por tres desaparecieron cien novelas que en ese entonces para mí eran dignas de el premio Nobel de Literatura y planeaba leer sin interrupciones de pe a pa.
El regaño nos tenía sin cuidado, la verdadera angustia era tener la certeza de que Sor A. juró no devolverlas jamás, y yo temía irme a la tumba sin saber si el galán y la galana se habían entregado a la pasión que los embargaba cada vez que sus caminos se cruzaban.
Recuerdo como si fuera ayer que la busqué frenéticamente por todas partes, recorrí revisterias, supermercados y Sanborn’s de la ciudad.
Finalmente la conseguí en la central de autobuses y cuando di vuelta a la última página y leí la palabra FIN sentí como me volvía el alma al cuerpo.
Esas novelillas me encantaban y sin embargo no podía evitar sentirme culpable cuando las leía, lncluso llegué a pensar que el gusto por esas lecturas era un claro indicativo de que andaba yo muy mal (y que acabaría aún peor) jajaja.
Sinceramente creo (conste que dije CREO) que todo el alboroto que generó la novela de Mrs. James es el resultado de la falta que nos hizo leer libros del género.
Ahora que somos unas señoras en toda la extensión de la palabra y tenemos la libertad de elección andamos en busca de “el eslabón perdido”.
Queremos leer un género literario que nos faltó explorar porque nos lo prohibieron.
Bien por E.L. James que vio esta área de oportunidad y se dio a la tarea de escribir el libro, mal por nuestra generación que se perdió de estar en contacto con algunos textos que son reveladores y que no se deberían considerar transgresores.
La literatura erótica está muy lejos de ser una novedad y ha existido siempre, ahí tenemos por ejemplo al Marqués de Sade, sin embargo por alguna razón E.L James logró lo que el Marqués no pudo hacer.
Sacó de el inframundo al sado masoquismo y consiguió darle otra cara.
La receta no podía fallar; Al ingrediente principal (verdugo) le puso cara de ángel y abdomen de lavadero, lo aderezó con amor del bueno, para finalizar le espolvoreó recursos materiales ilimitado$$$ y VOILÁ…
De ser considerado casi una patología pasó a estar de moda, ahora resulta que es algo trendy.
Para aquellas que les gustó la trilogía les tengo una sorpresa, aquí les dejo diecinueve títulos más por si quieren seguir por ese caminito.
Directo de las estanterías de Librotea les comparto en este post:
Espero que les guste la selección y que se den el tiempo de contarme cuál les gustó más.
Y bueno sólo me resta recomendarles que se entreguen al libro que más les llame la atención, pero sobre todo que lo disfruten y no repitan mea culpa mea culpa cada vez que den vuelta a la página…😉
Si de jovencitas no nos dejaron, ahora de maduritas hay que darnos permiso de leer todos los géneros literarios
Los años traen consigo muchas cosas, entre ellas la certeza de que la madre naturaleza no se equivoca y si ella nos regaló la sensualidad, no fue para que nos avergonzáramos de ella.
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