Amo comprar algo nuevo que le combine a varias cosas viejas que tengo en mi closet.
Literalmente no hay nada mejor para darle una refrescada al guardarropa que comprarte una pieza súper dinámica que le quede a todo, pruébalo.
Cuando ya todo tu closet te caiga gordo, ve y cómprate una cosa padre.
Una prenda de esas tan preciosas que hasta dan ganas de casarse con ella.
Un blusa de manga larga en una tela multicolor que te puedas poner con todo o …
Un suéter negro con caída espectacular y largo perfecto para que este invierno te lo pongas con:
- Tus Jeans más cómodos
- Tus faldas curras con botas altas
- Tus Leggings de cuero flex y unos flats de leopardo (o zebra)
- Tus pantalones de vestir o unos cullotes con botines
Verás que esa pieza es como tu amiga soltera que todavía ama arreglarse, salir y de cuando en cuando llega a sacudirte por los hombros y te saca de tu modorra mental y emocional.
Así igualito siento cuando estreno blusa con mis jeans viejos y veo como se renuevan con el sólo hecho de juntarse con la “nueva del salón”.
La falda que ya no te ponías y que está como la pobre muñeca fea, olvidada en un rincón, vuelve a salir, se ve bonita y en definitiva le notas que agarra su segundo aire cuando va del brazo de la recién llegada…de la ahora consentida.
Me encanta que pase esto porque aparte de quitarte un peso de encima y andar buscando qué ponerte arriba o abajo, te quitas un gasto de encima también.
Pero no me creas…prueeeeeeeeeba y verás que…
En lo que al closet (y a la vida) se refiere, un detallito nuevo puede darnos nuevos aires, desempolvarnos y demostrarnos que somos mucha pieza.
Tal cual la lámpara de Aladino, sólo hay que agarrar un trapito, darnos una buena “restregada”, sacarnos brillo y quedar como nuevas otra vez jajajaja.
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