Siempre he pensado que hay cosas en esta vida que cuestan tiempo y por tanto estarán fuera del alcance de una gran mayoría.
Ser buena en algo, cultivar un amor verdadero, contar con una amiga incondicional o trabajar haciendo lo que se te da por naturaleza son cosas que valen mucho la pena, vaya valen cualquier pena.
Pero estas cositas, que tienen un valor incalculable terminan siendo inalcanzables para todas las que somos desesperadas y nunca estamos dispuestas a dedicarle tiempo a nada.
…Si no me creen, piensen ustedes en un cuerpower (o pon aquí tu deseo__________ ) por ejemplo, nunca estaremos fit a menos que le dediquemos tiempo diario tanto a la dieta sana como al ejercicio.
Así es Ladies, por más injusto que parezca, nadie puede comprarse un abdomen de lavadero. Nadie.
Y aunque yo sé que algunas de ustedes están pensando en la cirugía plástica, déjenme les cuento que al menos no podemos comprar uno que se vea real.
Algunas body parts “compradas” a la larga tendrán un desgaste desfasado y se verá a leguas que no son parte del equipo original jajajaja.
Pero equis, volviendo al post y precisamente ahora que tengo más tiempo libre que de costumbre, me puse a pensar en todo lo que siempre digo que no hago, porque el día no es más largo.
Y es que después de varias semanas encerrada y habiendo dejado muy atrás las tareas de limpieza, organización y donación…y de dejar como museo los baños, el refri y la cocina, empecé poco a poco a caer en la desesperación.
Hace ya varios días que me siento como león enjaulado y me paso las horas sacándole la vuelta a mi amiga la inactividad y a su prima doña ansías, pero no tengo idea de cuánto más podré aguantar sin caer en la tentación de juntarme con ellas.
Para colmo, de nada valdrá empezar a ver que puedo pintar o resanar porque no hay manera de salir a comprar nada.
Y precisamente por esto me puse a darle vueltas al disco duro para ver como pasar los días en casa y hacer que esas horas cuenten para algo….así que ahí te van algunas ideotas que tuve y otras que me volé de internet.
Leer un clásico. Si siempre le has traído ganas a un clásico de esos de 800 páginas o más, este el mejor momento para leerlo porque lo harás con caaaaaaalma, vas a poder analizar el contenido y entablar ese diálogo con el texto que no se puede alcanzar cuando uno lee a la carrera...además no tienes que salir porque lo puedes ordenar en línea.
Yo quiero empezar Ana Karenina que tiene más de 800 páginas y nunca lo leí, porque siempre sentía como que lo debía de terminar en un determinado tiempo (no se porque).
Pulir tu joyería de fantasía. Ésta se me ocurrió porque acabo de ver mis pulseras de plata ultra renegridas y aunque no me he sentado a limpiarlas, antes de que termine esto, toda mi joyería de fantasía se verá como que la acabo de comprar, lo prometo.
Decorar una pared con marcadores. Esta si se las puedo presumir porque fue una idea que traía en mente desde hace años, lo había visto en Pinterest como opción para decorar una pared sin colgar cuadros y yo tenía a la víctima perfecta.
Una pared de mi cocina estaba completamente desnuda y pidiendo a gritos que le hiciera un cariñito, pero volviendo a lo mismo, no había tenido el tiempo de pensar qué, cuándo y cómo hacerlo.
Y bueno pues sobra decirles que en cuanto empezó esto, le dediqué todo el tiempo y la atención que le debía desde hace años a esta pared de mi cocina.
Finalmente también le colgué un cuadro y opté por dibujar círculos pues no soy nada diestra con las manos, pero tal vez tu podrías hacer otras figuras mucho más artísticas y creativas.
Listas de tus canciones favoritas en Spotify, iTunes o Youtube. Yo amo escuchar música cuando hago ejercicio, pero no hay nada más latoso que acomodar las canciones de acuerdo a su ritmo.
Sin embargo cuando corres, esto es super importante porque no hay nada peor que ir bien prendida brincando al ritmo de Scatman o I’m so excited y que de repente te frene en seco la de …Don’t worry be happy 😤
Así que si quieres dejar el corazón en la vita pista, primero que nada hay que escucharlas y luego acomodarlas de acuerdo a las revoluciones por minuto, y precisamente ahorita que sobran las hora, puedes darte el lujo de hacer varias listas, y no sólo una.
Hacer un video musicalizado con tus fotos favoritas. Yo no sé hacer videos, pero si tu sabes cómo, este es el momento ideal, pues esto si que es un trabajo que requiere tiempo y como no es de vital importancia, no lo hacemos nunca.
Primero hay que revisar todas tus fotos, seleccionar las mejores, y después editar, musicalizar, etc, etc.
En pocas palabras estos videos tan padres que vemos por todas partes, no se hacen en un segundo, y eso es precisamente lo que andamos buscando en este momento.
Hacer cosas que llevan tiempo pero que no nos hagan perder el tiempo.
Limpiar los archivos de la computadora o el celular. Yo tengo un celular al que no le cabe ya ni un átomo, así que lo tengo que estar limpiando constantemente para que pueda funcionar. Si tu estás igual te recomiendo que aproveches ahorita.
Quita todas esas apps que nunca usas o que tuviste que bajar por una razón que ya no existe. Borra todas las fotos o los pantallazos de todos tus gadgets.
Limpia los chats de Whats app y actualiza todos tus contactos.
Limpiar todas las juntas del baño con cepillo. Este era un deseo que pensé que no se me iba a cumplir jamás, pero ya ven como es la vida de sorpresiva y justo en estos días me di a la tarea de limpiar todas las juntas de los azulejos del baño con un cepillo de dientes. 👏👏👏
Mi baño, jamás se ha visto (ni se verá) tan limpio como ahora.
Aprender un idioma (o tocar un instrumento) en Youtube. Aprender un idioma o tocar un instrumento es una de las cosas que nunca nos proponemos hacer porque necesitan de mucha práctica y la práctica se traduce en horas y horas dedicadas a eso.
Por esto no es raro que aunque no sea muy complicado, muchas veces tiramos la toalla por falta de tiempo, pero estos días son ideales para aprender al menos lo básico de un idioma como el italiano, portugués o francés que son muy parecidos al español.
También podrás comprobar si te gusta o no y así decidir si seguir formalmente una vez que acabe la pandemia y volvamos a la normalidad.
Cuando empiece otra vez esa rutina que despreciábamos y ahora estamos añorando.
Entonces lo de siempre tendrá sabor a novedad y entrará de golpe por ojos, oídos, nariz y boca.
Será como nuestra primera vez en un lugar bello y lejano, que nos hace lamentar no tener más pies y manos para hacerlo todo al mismo tiempo.
Vamos a comprobar que se puede extrañar lo que considerábamos inextrañable.
Esa monotonía que ahora tendrá un dulce gusto a libertad, movilidad, bullicio, cercanía, diálogos, risas, juntas de trabajo, comidas, meriendas, cenas con carne asada, drinks en la terraza, cine, gimnasio, conciertos…
Volveremos al día a día, y gracias a esto nos daremos cuenta que todo eso tan rutinario es precisamente a lo que sabe estar vivo.
¿Te gustaría ser parte del blog? Pícale AQUÍ
æ
Leave a Comment