¿Por qué será que los seres humanos necesitamos tanto el reconocimiento?.
Cuando alguien me dice “no tengo necesidad” me pregunto de cuál de todas estará hablando, pues las personas tenemos muchas muchísimas necesidades entre ellas un “shampoo de cariño” como dice mi mamá.
El simple hecho de que alguien nos dedique un minuto al día y nos reconozca lo que hacemos bien, puede cambiar la perspectiva que tenemos de el mundo.
Y si no me creen les dejo un video maravilloso que me encantaría que vean (aquí) para que lo comprueben .
¿Qué? ¿Qué dije? ¿En que se relaciona una cosa con la otra? ¿Me equivoqué de post?
Nooooooo no me equivoqué, espérenme y les explico.
Muchas amigas mías quieren llevar una alimentación y estilo de vida más sano para bajar de peso, se proponen año tras año ir al gimnasio.
En enero se inscriben y dos meses semanas después dejan de acudir, ellas no lo saben pero en gran medida es por que nadie les reconoce el esfuerzo que hacen día a día.
Esto es algo tan desalentador que terminan dándose por vencidas al poco tiempo.
Tomen mi caso como un ejemplo tangible: Yo nuuuuunca avancé como corredora hasta que tuve un entrenador, jamás lo busqué pues ni siquiera me daba cuenta de lo estancada que estaba y fue obra de la casualidad el toparme con uno.
Era algo completamente fuera de mi radar, nunca fui consciente de que llevaba diez años corriendo exactamente la misma distancia en el mismo lapso, ¡Así es! nunca corrí ni más kilómetros, ni los mismos pero en menos tiempo.
Antes de tener uno (sólo he tenido dos en la vida) cuando allá en los 80’s escuchaba que alguien hacía algún comentario como : “Mi entrenador dice” o ” Mi entrenador no recomienda que haga eso” inmediatamente me venían a la mente Richard Simmons o Denisse Austin.
Básicamente pensaba dos cosas:
Uno. Que los entrenadores tenían que ser famosos para ser buenos. Dos. Que por ser tan famosos cobraban fortunas.
Por ende juraba que eso estaba al alcance de las celebridades de Hollywood, empresarios, la realeza europea y los ricos herederos de fortunas astronómicas.
Me imaginaba a el entrenador que cobra 400 dlls. la hora, llega a tu casa y se pasa mínimo unas dos horas contigo.
Pero un día (hace 12 años) una amiga que corría conmigo y tenía su entrenador personal me lo presentó, acto seguido descubrí la verdad, esa que nada tenía que ver con todas las historias que me hacía en la cabeza y que no podían estar más lejos de la realidad.
Un entrenador personal en algunos casos cuesta mucho menos que la mensualidad de un gimnasio, con la gran diferencia de que el trato y el programa de ejercicios es 100% personalizado.
¿Por qué cuesta mucho menos? Entre otras cosas porque no eres su única clienta, no pagan la luz de un gimnasio, no pagan renta en un centro comercial de lujo, etc.
Además puedes (si quieres ) ver a tu entrenador todos los días o solamente una o dos veces por semana.
Cuando lo ves compruebas el avance que has tenido que en algunos casos puede llegar a ser muy significativo, pero lo más gratificante de todo es que avances o no, te reconocerá lo mucho que estás trabajando y te recordará que nada de lo que haces es en vano.
¿Cuáles son las ventajas? Son tantas que ahí les van unas cuantas…
*Dos veces a la semana trabajo con él y esa sesión me mantiene motivada al 100% los siete días que tiene la semana.
Esos días que lo veo me recuerda todo el tiempo por qué hago ejercicio y sé que le voy a echar todas las ganas del mundo, en un gimnasio todos los días son iguales.
Nadie se te acerca a decirte “bien hecho”, “En un mes vas a ver una gran diferencia”, “Vas muy bien”, “Iniciar es lo más difícil”, etc.
*Tengo su WA que me permite comunicarme con él por si tengo alguna duda relacionada con el entrenamiento, dolor, lesión, tensión, a diferencia de un gimnasio donde nadie sabe tu nombre y te sonríen sólo cuando vas a pedir informes.
*Sé de antemano que voy a poder seguir el programa de ejercicios ya que alguien que conoce y sabe del tema (porque estudió una carrera relacionada al deporte) lo elaboró única y exclusivamente para mí.
En algunos gimnasios la verdad que no te dan ni los buenos días y si hay entrenadores (no en todos hay) te ponen muchas repeticiones de ejercicios que nunca has hecho.
Algunas veces al día siguiente no puedes ni levantar los brazos para cepillarte el pelo o tratar de sentarte de lo bestial que estuvo la sesión.
*Soy parte de un grupo y entre todos nos ayudamos (nos hacemos coco wash) a alcanzar nuestras metas ¡la buena vibra se pega!
*Un entrenador se da cuenta de lo que haces mal, te corrige y puede inclusive decirte porque no logras avanzar, lo que evita que te frustres (A LE LU YA); Esto puede ser tan simple como usar el tenis incorrecto para un pie sin arco o tener una pisada hacia dentro/fuera.
Yo estuve acudiendo diariamente a un gimnasio que tiene instructores por dos meses y a pesar de que les dije que era corredora y quería trabajar la parte de arriba del cuerpo, siempre me subían a la banda mínimo media hora.
Simple y sencillamente no hay comparación entre tener un entrenador e ir a un gimnasio que aparte es en algunos casos (como el mío) mucho más caro.
Pero sin duda alguna lo más valioso de esto es que tu sabes que ahí afuera existe una persona que está en tu mismo canal y que se encuentra igual de entusiasmada e interesada en que alcances tus objetivos pues tus logros serán los suyos.
Y eso como decían los anuncios de VISA…es PRICELESS
Piénsalo, pregúntame, ven un día sólo a ver y decide si quieres formar parte de mi equipo.
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