Este historia que te voy a contar sucedió hace como dos años y fue más o menos asi…
Era ya muy noche, estaba yo parada en medio de la inmensidad de mi closet (si como no…) y paseaba la mirada de arriba abajo y de un lado al otro, tratando de decidir lo que me iba a poner al día siguiente.
Buscaba dentro y fuera de mi imaginación, en Pinterest y en mis fotos, porque a veces me valgo de más de una herramienta para decidir qué fre…. ponerme.
Y bueno, en esas estaba, cuando mis ojos se posaron en un pantalón de pana color café que tengo, muy viejo y muy nuevo a la vez.
Viejo porque tiene años conmigo, y nuevo porque casi no lo uso, debido a las altas temperaturas que imperan en estar región del país.
Porque gracias al calentamiento global, ya casi no hace frío en Monterrey, ahora tenemos dos tristes meses de invierno y esos a veces, alcanzan los treinta grados, entonces la ropa de invierno está prácticamente nueva.
Si bien te va, te la pondrás varias veces al año y después al baúl otra vez..pero bueeeeno ya me salí del tema…mbe.
El caso es que vi el pantalón y me di cuenta que era lo único que tenía en color café y que de hecho tenía años de no comprar nada de ese color.
Después empecé a darle vueltas a el hecho, pues recordé como me gustaba usar café en invierno, pero me di cuenta que todas las cosas cafés que tenía se fueron haciendo viejas y nunca las reemplace por otras nuevas.
Obvio que para este entonces inferí que el café ya no me gustaba tanto o que algo había pasado en mi vida que me había hecho aborrecer el color.
¿Será que no lo recuerdo pero alguien me dijo que no se me veía bien?
¿O tal vez me compré una prenda café que se me veía tan mal que me hizo aborrecer el tono? ¿Será que por eso ya no lo uso tanto?
Y así pregunta tras pregunta me fui del closet, y de pronto ya no estaba ahí, y estaba ubicada en la psicodelia, tratando de averiguar qué me pasó.
Entré en esta especie de frenesí que me sorprende de vez en cuando, que no puedo parar y que se llama ADD.
Traté de recordar la ultima vez que había comprado algo café y no pude hacerlo; Luego traté de recordar si el color me había dado en cara por alguna razón en particular, pero no pude recordar ninguna razón…
Y bueno fue así como después de un ratote, deje la cosa por la paz, pues ya había pasado mucho tiempo en eso, ya estaba desesperada, era tardísimo y seguía sin escoger qué ponerme…
Arghhhhhhh.
El caso es que olvidé el asunto del color café por completo, pues no era nada que mereciera la pena recordar, pero un año después …
¿Qué crees?
Un aaaaaaaño después, me topé con un post de Leandra Medine Cohen (la amo) que decía algo así como…”perdonen al color café” .
Y en ese preciso momento, casi doy un brinco en mi silla, pues me di cuenta, que la falta de café en mi guardarropa no era culpa mía…
Ahí había estado yo en medio de mi “garrero” quebrándome la cabeza, pensando que era obra mía, cuando en realidad, yo nada tenía que ver con la falta de color café en mi closet.
La respuesta era más simple de lo que yo jamás hubiera imaginado y es que no tenía ropa color café, porque la dejaron de fabricar.
Todo era obra de la industria de la moda y de la conspiración mundial que le marcó tarjeta roja al color café, para sacarlo de la jugada…
Y pues después de este incidente, me doy cuenta de que nosotros no elegimos de que color vestir, nos visten los diseñadores y los fashionistas, los que mandan en esto.
Y si ahorita está de moda tal cosa, coso o color, pues te lo tienes que poner, de lo contrario tendrás que abstenerte de comprar esa temporada.
Así que no nos queda más que cruzar los dedos y hacer changuitos, para que el próximo color de la temporada no sea ese que aborrecemos, si es así, ya estamos fritas.
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Photo by Haikal Tamimi: PEXELS
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