Hace dieciséis años masomenos, empecé una hermosa historia de amor con los antioxidantes que sigue tan sólida como si fuera el primer día.
Fue un riesgo que decidí tomar, porque para ser honesta todas las marcas que me recomendaron se me hacían caras y ninguna de mis conocidas sabía que “%&$·” eran…
Tal vez los ultra deportistas y la gente fit los conocía, pero yo, en la vida había escuchado hablar de ellos.
Pero bueno volviendo al tema, la cosa empezó así…
Recuerdo que empezaba el mes de agosto del año dos mil cinco y yo me estaba preparando para correr mi primer maratón, por tanto me inscribí a un club de corredores con el fin de que el entrenador y su grupo de adeptos se convirtieran en la porra que yo necesitaba.
Los fines de semana que tocaban distancias largas…nos platicábamos de todo…era como entrar a big brother en tenis, y al mismo tiempo que corríamos nos confesábamos los unos a los otros.
Entre una y otra plática comenté, que como yo era novata en eso de correr más de diez kilómetros, después de que terminaba una distancia, quedaba como si fuera de trapo.
Cuando llegaba a mi casa después de correr veinte kilómetros, o más, a duras penas lograba bañarme e irme a la cama, todos los planes de domingo que hacía con mi familia se quedaban inconclusos, y así fue durante los cinco meses que entrené para correr el maratón de Monterrey de ese año.
Las idas a comer, cine, parque etc…terminaron siempre en promesas sin cumplir, porque mis piernas eran dos piedras adoloridas y mis pies muéganos de ampollas.
Recuerdo que mi amiga me comentó que el cuerpo sufría mucho desgaste cuando era sometido a esas “torturas chinas” y que lo mejor que podía hacer era ayudarle un poquito a recuperarse más rápido, tomando antioxidantes.
Los antioxidantes son sustancias que pueden prevenir o retrasar el daño a las células causado por los radicales libres, moléculas inestables que el cuerpo produce como reacción a las presiones del ambiente y de otro tipo.
Fuente: medical news today . com
Ella los tomaba y era el ejemplo viviente de que servían, porque para nada terminaba las distancias viéndose y sintiéndose igual que yo.
Después de documentarme un poco y de comprobar que hacían la diferencia, porque me lo dijeron otros corredores que también los tomaban, decidí probar.
Empecé tomando los de la marca Usana y a lo largo de los años he tomado muchos otros, pero nunca he quitado el dedo del renglón y siguen siendo parte de mi rutina diaria, así como me lavo los dientes, tomo antioxidantes.
Con los años descubrí algunas fórmulas que aparte de ayudar a las células de mi cuerpo a envejecer más lento, mejoran el aspecto del cutis, y ya se imaginarán que sentí que me estaba ganando la lotería.
Desde entonces no tomo otros y si no prometen mejorar el aspecto de mi cara, ni los considero como opción punto.
Hoy en día tomo las pastillas rojas que venden en Oriflame (aquí )…
que contienen extracto de astaxantina y algas marinas…y podría decir que vienen siendo como la versión económica del Imedeen. (aquí y aquí )
Yo he probado el Imedeen y honestamente pienso que es el mejor, cuando lo tomo por más de tres meses veo inmediatamente el cambio en el rostro y en la piel de todo el cuerpo, pero siempre termino dejándolo por cuestión de presupuesto porque para mí es muy caro.
Pero finalmente, aquí como con todo lo demás (siempre lo he dicho) lo que importa es la constancia y no la marca, porque muchas son muy buenas, sólo hay que buscar la se adapte a tu presupuesto y que sea de una firma de prestigio
Por favor no compres las primeras pastillas de antioxidantes que te topes en la web, o que alguien venda en Facebook, sin etiqueta ni nombre; Eso si es riesgoso, porque no sabes qué estás tomando.
Busca marcas de laboratorios reconocidos que se dedican desde hace tiempo a la industria de la belleza, bienestar integral y el deporte, para que tengas la garantía de que son lo que dicen ser.
Pruébalos, tómalos al menos noventa días y decide si te ves y te sientes mejor, pues nadie te conoce tan bien como tú.
Y si resulta que te sientes mejor, deja tu comentario aquí en el blog, porque esto no se trata de lo que me funciona a mi, se trata de crear comunidad y compartir lo que nos da resultado a todas.
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Foto de Jill Burrow en Pexels
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