Browsing Tag

reciclar la ropa

Historias Vida Sana

Sé más viejo

16 febrero, 2023

Hace poco llegó a mi inbox ésta notificación de Adolfo Dominguez y el título llamó tanto mi atención, que sin pensarlo dos veces lo abrí.

No sé como me suscribí, porque no soy cliente, así que es imposible que haya dado mi mail a la hora de pagar.

Tampoco recuerdo haber entrado a la única sucursal que conozco y que estaba ubicada en la terminal A del Aeropuerto de Monterrey; Así que no tengo idea de dónde sacaron mi correo.

Lo que si sé, es que agradezco que me hayan enviado este mail, pues pocas veces recibo “promociones” que resuenen con lo que pienso y siento.

El mensaje y su propuesta, me enamoró tanto, que decidí difundirla en este blog.

Sé más viejo es una frase disruptiva, retadora, matona, y por tanto, creo que deberíamos adoptarla como un mantra.

Sobre todo en este mundo en el que ser más joven es un MUST.

Porque aunque la frase y toda la campaña de marketing esta dirigida al mundo de la moda sustentable, ya que me la pusieron enfrente, quisiera adaptarla a otras cosas.

Repite más piensa menos … se puede aplicar sin duda a la ropa y a todo, si no me crees, te doy los ejemplos.

Repite más amistades de las que conoces y te conocen a fondo, de esas que no te piden que poses o seas de cierta manera.

Repite más lugares que te gustan, aunque pienses que “ya chole” con ese restaurante o esa plaza…

Repite mas comidas que amas, porque a veces nos da cruda moral no salir de lo mismo, pero…¿ si eso mismo nos llena para que buscar más?

Repite más vacaciones en ese destino, porque que ningún otro le llega y por eso mismo está en el número uno de tu lista.

Piensa menos y repite más, también aplica a esa comida que no te harta.

Porque nos pasamos mucho tiempo queriendo innovar, cuando no hay necesidad.

Y ahora si, volviendo a la frase, a la campaña y a la ropa

Aplaudí la iniciativa porque usualmente vemos con malos ojos que nuestra ropa tenga años, experiencia, y “colmillo” como nosotras…y esto en lugar de enorgullecernos, nos avergüenza.

Nos choca repetir outfit y cazamos la ganga para andar estrenando, (a veces) ropa de baja calidad, cuando en realidad lo padre de comprar ropa, es comprar algo que se vea único, regio.

Cuando el cashmere, lana, lino, algodón no se hacen nada y muchas veces se nota mas el paso del tiempo en nosotras, que somos perecederas y no en las telas que duraran por décadas.

Así que compra algo que te distinga, que tenga tu sello personal, que sea tu estilo y no que esté de moda…

Porque en lugar de sentirnos orgullosas de tener prendas de una calidad inmejorable, nos da pena que tengan años en el closet y lo regalamos, para luego comprar algo que no le llega ni a los talones.

Así es, vendemos el Gucci que nos dejó la abuela, para ir a comprarnos el Swatch de moda.

¡Horror!

 

Aparte de esto, el discurso de ser más sustentable me llegó, pues ya es hora de que piense más en el planeta y menos en mi, ya es hora de que otra cosa sea LA prioridad.

También el hecho de que al menos un día de la semana no tenga que pensar en lo que me voy a poner, me pareció refrescante.

La mente también se cansa, así que hay que empezar a reciclar los pensamientos. Wow, maravilloso, confieso que nunca había pensado en eso y la neta, esa idea si la mueve

Al menos un día a la semana no tendré que quebrarme la cabeza, buscando qué ponerme..así tal vez llegue el día en que repita toda la semana y tengas mi uniforme por día.

Pues trabajes o no trabajes fuera de casa, el decidir qué ponerse es una labor física y mental que consume tiempo.

Primero tienes que pensar en lo que te vas a poner, después probarte las cosas para ver si todavía te entran, porque con esta pandemia todooooos aumentamos de peso , luego ver cómo se ven, porque eso de combinar en la cabeza a veces no se ve bien en la vida real.

Y es que con eso de que no quieres repetir, el closet se convierte en un laboratorio en donde hay que estar haciendo experimentos a diario, viendo si esto combina con aquello.

Y bueno, ya que escogiste el atuendo ganador, sigue darle una pasadita con el vapor a todo antes de colgarlo en un perchero, o de perdis un clavo en la pared, para evitar que por la noche se vuelva a arrugar.

Pero espérate, porque ahí no termina el circo, todavía hay que ver con que zapatos queda el nuevo binomio, que nos acabamos de sacar de la manga..y luego ver con que aretitos, collares, pulseras y demás, te lo vas a poner.

Arghhhhh no, que fastidio, mínimo ya te echaste media hora o más de tu vida… y mañana, otra vez.

 

 

¿Te gustaría ser parte del blog? Pícale AQUÍ

Dudas, preguntas contesta este mail o escribe a eva@mesientodeveinte.com

¿Tienes una amiga que ama el reciclado? Pásale este mail.

Fotografía. Eva Alanís con TextArt



æ

Moda

¿Que tan seguido vas de compras?

9 diciembre, 2019

Tuve que padecer el sargazo en la playa, 31 grados centígrados en pleno invierno y vivir varias inundaciones para dejar de comprar ropa por un mes.

Me di cuenta que el planeta tiene taquicardia, y todos estos fenómenos son un esfuerzo desesperado por llamar la atención de un público pasivo e indiferente.

Sólo pegándome donde me duele, la problemática de la contaminación tocó mi hombro, logró que volteara y (haciendo caras) me dignara a prestarle atención.

Si, así de triste…

El sargazo me dio el empujoncito que necesitaba para sumarme a Oxfam

Como ya les contaba en este post, prometí no comprar nada durante septiembre y aunque patiné en el puente del día de la independencia, finalmente el reto me hizo los mandados.

Los treinta días se pasaron de volada y mi promesa le cayó de maravilla a mis tarjetas, que se mueven más que la barbacoa en domingo.

Además de eso me pasaron dos cosas, ahí les van…

Cosas que descubrí al no comprar ropa por un mes

UNO: Caí en la cuenta de que mucha ropa que tengo ¡no me gusta!

Al iniciar el reto eché mano de lo que me pongo siempre, pero a medida que pasaban las semanas y yo no quería repetir vestuario, tuve que confrontar la realidad.

Me pongo sólo lo que creo que se me ve bien, lo demás esta ahí colgado y no se mueve jamás.

Fácil, fácil un cuarenta por ciento de mi closet esta dioquis.

  • Cosas transparentes que amo, pero ya me da pena usar.
  • Algunas faldas me caminan para abajo o para arriba según sea el caso y tengo que andarlas jaloneando y regresando a su lugar como niño (malcriado).
  • Blusas en colores hermosos hechas con telas rasposas (que no uso pero tampoco saco del closet).
  • Ropa que se me veía espectacular en los noventas y que no quiero tirar por si algún día vuelvo a tener treinta años y vuelvo a pesar lo que pesaba jajajaja
  • Zapatos que necesitan tapas desde el día que me gradué (exageré)
  • Infinidad de suéteres, que ahora que tengo la piel más seca me pican y me dejan el cuello como el de hell boy.

Y bueno creo que tienen una idea de lo que descubrí: Tener el closet lleno de cosas que no te gustan, no te quedan o ya no se te ven como antes es sinónimo de…

NO TENER NADA QUE PONERSE

Y si yo no fuera overthinker ahí hubiera parado la cosa peeeeeeeero, decidí analizar el punto y llegué a la conclusión de que si tengo cosas que compré hace poco y ya no me gustan, es porque (a veces) compro por comprar.

NO compro porque….

  • me hace ver más alta
  • acentúa el color de mi piel
  • estiliza mi figura
  • me sienta bien
  • me hace sentir cómoda
  • favorece mi figura

Compro….

  • porque está en oferta
  • me puede servir algún día
  • no me lo voy a encontrar a este precio jamás

Y por esa razón yo y muchas nunca tenemos que ponernos y siempre andamos con lo mismo encima.

A diferencia de lo que rara vez uso, las cosas que me encantan no me aburren jamás…eso que me enamoró desde que lo vi colgado en un rack y que sigue gozando de mi beneplácito.

Ya sabes de que hablo ¿verdad? Eso que no quieres que se gaste, se rompa, se decolore, que te sigues poniendo y quisieras que durara para siempreeeeeee para siempreeeeeee.

Lo que compré y que parece que un diseñador hizo a mi medida, que resalta mis partecitas buenas y esconde las no tanto.

Esas prendas que dejaré de usar cuando estén convertidas en un harapo.

DOS. Descubrí que la mitad de lo que no se mueve es por falta de arreglo.

  • el pantalón divino que me arrastra, no quiero cortar pero tampoco me pongo con tacones (¿por que quién los aguanta a estas alturas?)
  • la falda hermosa medio transparente que necesita fondo (¿pero quién usa fondo estos días?)
  • los zapatos que me encantan y que necesitan tapas desde el 2001
  • el zipper, el botón, esa blusa que me encantaba y ahora ya no tanto por el escotaxo escandaloso.

En fin…you get the idea.

No comprar ropa por un mes me vino sirviendo para darle mantenimiento a mi guardarropa y al hacerlo volví a enamorarme de cosas que tenía años de no usar.

Como este reto me tomó un tiempito, el mes de octubre se pasó también volando y por estar pensando en reciclar no tuve tiempo de comprar.

Y fíjense que como ya me gustó el experimento voy a extenderlo y espero poder seguirle hasta el fin de año.

El dinero que me ahorre, lo usaré para arreglar cosas que necesitan repararse en vez de tirarse.

Con esto haré un esfuerzo por sumarme a el movimiento de las tres erres

REDUCE-REUSA-RECICLA

…y pondré de mi parte para que nuestra generación deshaga un poco, lo mucho que hemos hecho en contra del planeta.

Y si ya de plano tengo que comprar algo trataré de hacerlo en Troquer, GoTrendier o en Thred up ya que venden cosas hermosas, finas y en excelente estado.

Únete a el reto, decídete a no comprar nada por un mes y cuéntame cómo te fue…

¿Te gustaría ser parte del blog? Pícale AQUÍ





æ

Historias Moda

Remendar la ropa “esta in”

29 abril, 2019

El movimiento de Fashion Revolution celebró un año más este mes de abril y no quise dejar pasar la oportunidad para poner mi grano de arena y crear conciencia a favor de comprar menos ropa que nos dure más.

Yo he usado este blog como plataforma para hacer eco y crear un poco más de conciencia en pro de comprar menos ropa de mayor calidad y usar lo más que se pueda la que ya tenemos.

Precisamente viendo en mi closet esta camiseta pensé en este post.

Ésta casi nueva casi recién comprada camiseta se hizo grande en cuanto la lavé, ignoro si no seguí las instrucciones al detalle pero me di cuenta que no podía deshacerme de ella pues la acababa de comprar.

El cuello y el ruedo perdieron completamente su forma y aunque el precio tan bajo bien desquitó las tres veces que la usé decidí darle una segunda oportunidad.

Le corté el cuello a lo Jeniffer Beals en Flashdance y ahora la uso anudada en la cintura o me la fajo, pienso convertirla en una pieza exclusiva para usarse en verano y trataré de sacarle el mayor partido posible.

La usaré algunos años más y cuando ya sea un harapo tal vez me sirva para estar en casa o hacer limpieza; estas medidas aparentemente tan insignificantes alargaran la vida de esta camiseta.

En lugar de usarla unos meses la usaré unos años y así estaré contribuyendo a que la ropa tenga un ciclo de vida más largo y no termine siendo un artículo desechable.

Anímate…ganas tú, ganan los empleados de las maquiladoras pero sobre todo gana el planeta que tiene que aguantar el peso de toneladas diarias de basura.

Vamos a limpiar todas pues todas vinimos a la fiesta y todas tenemos que dejar el planeta más limpio de como lo encontramos.

Si te gustó este post compártelo y únete al blog AQUÍ



æ