¿Alguna vez te has imaginado viviendo en un hotel de lujo?
Has pensado como sería desayunar, comer y cenar en un restaurante donde cocinan los mejores chefs del país.
Dejar de preparar la comida y de limpiar de por vida es el sueño de muchísim@s mortales y creo yo que todas saltaríamos de felicidad, bueno al menos las que odien la cocina tanto o más que yo jajaja.
Esto es precisamente lo que le pasa al Conde Rostov cuando es condenado a pasar el resto de sus días en el hotel Metropol de Moscú.
Y es ahí donde para mi se acabó la diversión, porque no creo que haya un lugar en este mundo tan hermoso como para quedarnos ahí el resto de nuestras vidas.
…de el escritor Amor Towles cuenta la historia de el conde Aleksandr Ilich Rostov quién gracias a un poema que escribió muchos años antes de la Revolución Bolchevique, es condenado a muerte.
Al mismo tiempo el poema se considera algo así como una obra de arte de la poesía y por esto se le perdona la vida, pero es condenado a vivir eternamente en el hotel Metropol.
Y bueno ya se imaginarán todas las aventuras que un@ puede vivir en un hotel, si traen ganas de despertar el yo chismoso se los recomiendo porque para mi fue un sueño hecho realidad.
Yo literalmente me fui a vivir con el conde al hotel Metropol mientras me devoraba las 509 páginas de el libro:
Me emocioné con él cuando le regalaron una llave maestra que abría todas las puertas de el gran hotel ¡Todas!
Me aventuré con él cuando recorría los sótanos y pasadizos de el gran edificio que albergaba el hotel.
Me entristecí y sentí la misma impotencia cuando tenía ganas de salir a pasear por las calles y plazas de Moscú.
Lloré con él cuando recordaba su casa, a su hermana y las charlas que sostenía con su abuela.
Y así de aventura en aventura, llegué a la última página y tuve que regresar…
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