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Moda

5 cosas que sacar de tu closet: Créeme que nunca las vas a usar…

22 junio, 2023
cinco cosas que sacar de tu closet

Ahora que ya tengo un rato estacionada en la menopausia, siento que me visto únicamente con el 20 por ciento de mi closet. La gran mayoría de mis cosas ya no me quedan (no se me ve bien) o ya no me entran (no me cierra).

Y por más que quiero tirar todo lo que no uso, hay una fuerza maligna que me lo impide; Y como en esas ando desde hace rato me puse un día a pensar:

¿Por qué si la mayoría de nosotras tenemos el closet lleno de ropa sentimos no tenemos casi nada que ponernos?

Muy Fácil…ahí les va mi teoría.

Si ustedes están igual que yo seguramente tienen en su closet ropa que les queda divina, bien, maomeno y mal.

De toda esta ropa en este post les comparto:

Las cinco cosas que deben sacar cuanto antes de su closet

Pero primero quisiera empezar con las buenas noticias. Las que están y se podrían salvar son las:

*Que no nos quedan. No nos entran punto. Nos quedaron hace años y les tenemos cariño pero ya no son de nuestra talla y aunque lo fueran tal vez no las usaríamos porque ya no quedan con nuestro estilo de vida/código de vestuario/edad/ etc. 

Pero como algunas somos unas románticas empedernidas seguimos pensando que mañana encontraremos la dieta milagrosa y las seguimos guardando…

*Que no nos quedan bien. Nos entran, nos cierran, nos permiten caminar y respirar sin ningún problema pero no nos hacen sentir regias, hay algo que nomás no nos termina de gustar y eso puede ser el largo, la tela, el corte, etc.

Aquí la cuestión es que estas prendas no son nuestro caballito de batalla, peeeeeero nos sacan de apuros cuando todo lo que si nos fascina esta sucio, o está con el sastre, o cuando ya queremos darle un descanso a nuestras cosas favoritas porque ya parecemos retrato.

*Que nos regalaron y que no van con nuestro estilo. La conciencia nos remuerde cada vez que consideramos la posibilidad de regalarlas pues inmediatamente nos colocamos la etiqueta de mal agradecidas y desechamos el pensamiento a la brevedad posible.

En este renglón me atrevo a decir que lo único que nos detiene es un pre concepto que todas tenemos muy arraigado y ese es que no se le hace el feo a un regalo punto y ahí seguimos atoradas con ambas cosas, con el pensamiento arcaico y con esas prendas que no nos sirve a nosotras ni le servirá a nadie.

*Que son finísimas (o carísimas) y las encontramos en rebaja; Las compramos porque el diablo nos tentó y ni nos quedan tan bien ni son de nuestro completo agrado pero sentimos que el simple hecho de tener esa marca colgada en nuestro closet lo eleva de categoría.

Esta si de plano saca a la wanna be princess que algunas llevamos dentro. No importa si ese pantalón, falda o vestido es de sangre azul. Si no lo usas no lo usas punto.

La lista podría seguir con un número indefinido de cosas que por una razón u otra no desquitan el espacio que ocupan en nuestro armario.

De todas estas hay cinco que para mi no se deben de salvar y cada año que hacemos limpia deberían de ocupar los primeros lugares de la lista de cosas que desechar.

Esta práctica nos permite acumular menos, sacar lo que no usamos y hacer espacio para lo que cada año se nos pega en las tiendas sin querer.

Sin embargo por alguna razón que desconozco YO no logro deshacerme de algunas cosas que no me pongo.

Pareciera que me tienen embrujada y cuando las voy a tomar, una fuerza invisible me impidiera hacerlo. De verdad que no le hallo ninguna explicación lógica a este comportamiento tan absurdo.

Aquí les enumero las cinco cosas que debo y nunca puedo sacar de mi closet.

Espero sinceramente que ustedes sean capaces de hacer todo lo contrario. ¡Háganlo por mi! 

Calcetines sin parSiempre SIEM-PRE tengo la esperanza de que el hermano perdido va a aparecer y me voy a arrepentir de haberlos separado.

¡Ay! que ansía no sé porque nunca dejo de pensar eso, arghhhhh. (¿Habrá una terapia para esto?)

Zapatos que me aprietanEsto sólo me pasa con los que me aprietan (los que me quedan grandes no se salvan). Creo que porque sé a ciencia cierta que los zapatos grandes no encogen.

Pero de los que me quedan chicos tengo una opinión diferente, sigo pensando que van a dar de si y que algún día ya no me van a calar, permanecen en mi closet por siempre y siguen torturándome los pies cada vez que los uso.

Por esta razón los uso poco o casi casi nada…Definitivamente no tengo remedio. 

Camisetas percudidas. Todo el tiempo estoy pensando que van a inventar un producto que las dejará como nuevas. Mientras ese maravilloso producto sale a la venta, todas esas camisetas y blusas siguen en mis cajones solo haciendo bulto.

Blusas que se manchan con mucha facilidad.¿Les ha pasado? ¿Será la tela con la que las fabrican?. Tengo varias blusas que se manchan con cualquier cosa, aún si les cae agua les queda una mancha espantosa que necesita de bastante esfuerzo para desaparecer.

En este apartado también entran los suéteres de tejidos delicados que se enganchan en todo y con todo.

Mi solución a este problema es no usarlas, nunca me las pongo para que no se manchen o en su defecto para que no se me enganche alguna pulsera en el susodicho suéter y se le vaya el hilo.

¿Verdad que no se les había ocurrido algo tan brillante? Algunas veces hasta a mi me sorprende lo cuerda que soy.

Esas cosas ahí están en el closet viendo la vida pasar, colgados  castigados sin saber porque, son siempre espectadores son la banca y no entran al campo de juego nunca.
 
Cuando los veo y decido sacarlos siempre termino con el mismo pensamiento abordando mi cabeza: “pero si están prácticamente nuevos”

Y caigo, caigo, caaaaaaigo otra vez y los dejo un año más…(¿Necesito un grupo de apoyo?)

Pantalones que no te hacen justicia. Todas tenemos ese pantalón que nos hace cero o nada de justicia, que te hace ver desproporcionada, o te enfatiza el muffin top, o de plano te quedaba como hecho a mano hace diez años pero ya no.

Yo no tengo uno, tengo varios y sigo pensando que mañana ese mismo pantalón que se me ve fatal me va a quedar bien.

¿No sería más fácil aceptar que nos equivocamos con el estilo y/o el corte? 

Debido a esto es que muchas de nosotras tenemos el closet repleto y seguimos diciendo que no tenemos nada que ponernos, lo decimos porque en parte es verdad.

Ese “No tengo nada que ponerme” cuando el closet esta al tope, es una realidad que probablemente inicia con este comportamiento que mostramos algunas.

 Es una incapacidad de deshacerte de lo que no usas

La mitad de el espacio esta ocupado por prendas que están ahí solo en teoría pues en la práctica es como si no existieran.

Mejor dicho si no las podemos usar, no existen.

Ahora que escribo esto reflexiono y espero que este post les haya servido para lo mismo y las anime a sacar de su closet todo aquello que no se ponen, piensen que si nunca lo usan hace mucho que ya no está ahí…

Cuéntame… ¿Qué es lo que quieres y no puedes sacar de tu closet?

 

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Fotografía: PEXELS



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Look Del Día Moda

Una blusa rosa neón ¿Otra vez?

24 abril, 2019

Jajaja, digo otra vez porque ya se usó lo neón hace años, pero me lo crean o no esta blusa es nueva o semi nueva pues la compré hace dos años.

No sé si estarás considerando comprarte algo neón ahora que viene de nuevo para esta temporada.

Yo no pienso comprar nada pues tengo esta blusa rosa neón y justo ahora que lo neón esta trendy le pienso sacar el jugo que no le he sacado.

Como el neonismo es una moda que no creo que se vaya a convertir en un clásico no le quiero invertir mucho dinero, sin embargo los colores vivos me encantan y tal vez me compraré uno que otro accesorio fosfo.

Mientras me decido si invertirle o no aquí les dejo la blusa una falda de mezclilla negra, zapatos de gladiador y mi fanny pack de gatito que yo me hice con una cosmetiquera y un cinto.

Para darle otra cara la combiné también con mi bolsa verde y por último saqué una foto del baúl de los recuerdos de un post viejito.

Espero que les guste la combinación y como siempre

¡Nos leemos el lunes!

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bright colors combo outfit


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Historias Moda

La increíble y triste historia de la (cándida) cincuentona y su lencería (desalmada)

26 marzo, 2018
La lenceria de una cincuentona

​Así como todavía le hablo de usted a la compu, a mi celular, a el apple TV y a muchas otras obras de arte de la tecnología, a la lencería también le sigo hablando de usted .

La conozco de vista y todavía no nos tuteamos principalmente a que no me he dado tiempo de tratarla para poder conocerla más a fondo.

He de confesar que gran parte de esa actitud obedece a que me he dejado llevar por chismes y rumores de amigas que me han contado todo tipo de cosas acerca de ella.

*Que la que vale la pena es muy cara.

*Que es chifladita y necesita mucho mantenimiento.

*Que las tallas son muy reducidas y la más grande equivale a un XS.

*Que estás condenada a lavarla siempre a mano.

*Que lo que tiene de hermosa lo tiene de incómoda.

*Que sólo se le ve bien a las que tienen cuerpower. Etc, etc.

Así que poco a poco fui decidiendo que lo mejor sería que yo me dedicara a usar ropa interior genérica y le dejara la lencería a las Angelitas de Victoria’s Secret y a las modelos de La Perla entre otras.

Pasaron los años y aunque he comprado una que otra pieza de lencería para darle una renovada al cajón de la ropa íntima pero sobre todo darle una refrescada a el espíritu, el paso de los años me ha dejado estas enseñanzas acerca de los undies.

La increíble y triste historia de los TOPS y BOTTOMS.

En mi caso lo que va abajo de la cintura (bottoms) se puede fácilmente comparar a una historia de suspenso mezclada con terror psicológico que raramente tendrá un final feliz, así que cada vez apuesto menos por las piezas caras.

Casi nunca le atino al corte, tela, talla, grado de compresión y estilo; No entiendo ¿Por qué cada marca maquila como le da la gana?

Tengo el cajón lleno y no sirve de nada porque siempre termino usando las mismas tres panties, SIEM.PRE.

Si están sucias mis consentidas, me pongo a fuerza las que no me caen tan bien y pago caro la osadía.

Esos días son miserables porque ando incómoda desde que amanece hasta que anochece, unas me aprietan, otras se me caen o conforme camino se me van trepando o deslizando según sea el caso. ¡Ay no que circo!

Por si fuera poco mis conse duran menos pues resienten el uso indiscriminado y en poco tiempo quedan más gastadas que los trapos de una cocina industrial.

Las del otro equipo las ven con lástima cuando se las topan en el cajón de la ropa interior, las muy infelices siguen como nuevas, con el tejido y color intacto como si las acabara de comprar. ¡No es justo!

Mis preferidas lo son por la única razón de que por obra de la casualidad me quedaron bien, le atiné sin hacer absolutamente nada extraordinario. Eso que literalmente por estas latitudes se conoce como “chiripa”.

Obvio que esta situación tan ridícula y frustrante se debe principalmente a que las panties no se pueden probar, o al menos no tan bien como otras prendas pues en algunas tiendas te piden que te las pruebes sobre tu ropa interior 🙄.

En otras donde si te dejan hacerlo la gente no lo hace por obvias razones y el resultado viene siendo el mismo. En pocas palabras:

Compras la ropa interior a ciegas y haces changuitos para que te quede bien, porque para colmo de males tampoco se puede cambiar.

Ahí esta el detalle como diría Cantinflas. ¿Cómo dar en el blanco con los ojos cerrados?

Con los tops mi historia es menos dramática, aquí nunca he batallado porque cualquiera me sirve, aunque no cualquiera me queda bien.

No llegue temprano a la repartición así que me tocaron las rebanadas delgadas del pastel que ya se está acabando pero tiene que alcanzar para todos, me dieron una probadita que me dejó satisfecha.​

¿Me pondría implantes? Nahhhhh.

No quisiera cargar un peso que me curve la columna en unos años más, así como tampoco podría renunciar a dormir boca abajo, correr y a seguir comprando bras en la sección de juniors jajaja.

Claro que también aquí tengo mis preferidos y me pasa lo mismo que les comentaba antes, tengo muchos y SIEMPRE uso los mismos tres o cuatro pues son los más cómodos.

Casualmente a veces son los más feos (y gastados) que tengo argggghhhh nadie ni nada en este mundo se salva de la ley de Murphy…🙄

Entonceeeeees después de analizar el costo beneficio de la lencería y de darme cuenta que no hay más opción que jugar un poco a “pónle la cola al burro” lo que hago ahora es:

UNO. Probarme todo inmediatamente después de comprarlo.

DOS. Fijarme muy bien en la marca y la talla de lo que me queda bien (le tomo foto con mi cel) y compro lo mismo hasta que lo sacan del mercado.

¿Les suena aburrido? lo es, pero al menos no tiro el dinero en bras y panties que no voy a usar nunca.

Como ya se imaginarán, por temporadas mi cajón parece el clóset de un asesino en serie que tiene mucha ropa pero toda es de un mismo color y una misma forma.

Ya sé lo que están pensando -menos mal que lo aprendió un poquito antes de empezar a usar pañales – jajajajaja y si

¡Estoy completamente de acuerdo con ustedes! 😬

Pero bueno como dicen ambos refranes nunca es tarde y la esperanza es lo último que muere.

Y Tú  ¿Con qué parte batallas más? ¿Con la de arriba? ¿Con la de abajo?

O de plano estás en la lona y sufres con las dos 😠

 

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Fotografía: PEXELS:

Fotografía: E.Alanís

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Moda

Hablando de ropa: Lo que me gusta vs. lo que me favorece

13 noviembre, 2017
Ropa para mayores de cuarenta

Todas vamos a llegar a esa edad en la que el tema de la ropa será mejor en la teoría que en la práctica, si no díganme:

¿A quién no le gusta ver las revistas de moda e imaginar que ese vestido se le verá igual de hermoso que a la modelo en cuestión?

En lo que a mi respecta siento que ya llegue a esa etapa y ando buscando un lugar para estacionarme (porque me pienso quedar un buen rato).

No sé si te ha pasado, pero me he dado cuenta que últimamente lo que me gusta no me queda y lo que me queda no me gusta, y aquí déjenme explicarme un poquito más.

Cuando era joven siempre quise ser rocker. Soy melómana, amo la música y me encantan los pantalones de cuero, las camisetas negras y en si todos los outfits que te hagan parecer rock star, pero siempre que intenté vestirme así parecía que estaba disfrazada. 

Es como si el espejo supiera que yo ni tocaba un instrumento, ni era parte de una banda. Para ser exactos me veía a los ojos y me decía  ERES UNA WANNA BE ROCKER se nota a leguas que esa no eres tú…

También me gusta mucho la ropa bohemia, ese look medio hippioso que se ve muy bien cuando andas de vacaciones o vives cerca del mar, pero que en mi ciudad natal que es muy conservadora nomás no queda para nada.

Este look me encanta y lo aplico sobre todo cuando estoy de vacaciones y los fines de semana.

Por si fuera poco conforme ha ido pasado el tiempo siento que algunas cosas que me suelo poner a la hora de vestir ya no combinan con la señora que soy. ¡Ay no que ciiiiiirco! 

En fin que al tratarse de ropa a estas alturas del partido solo sé una cosa:

No quiero parecer mi hija pero todavía no quiero parecer mi mamá

Y en este punto del camino estoy ahora mismo con una crisis de identidad en cuanto a ropa se refiere.

Parada en una encrucijada volteando para todos lados y viendo pa´dónde agarrar

Lo que me gusta y he vestido toda mi vida siento que empieza a verse un poco fuera de contexto y lo que la sociedad dice que yo debería de vestir se siente extraño en mi cuerpo.

He entrado con mucha cautela a la sección de señoras de algunas tiendas y una vez que me pruebo las cosas en el vestidor comienzo a sentirme como esos niños que visten sus mamás a la fuerza y en cuanto pueden se empiezan a jalonear la ropa, simple y sencillamente con algunas prendas nomás no me hallo.

Probando de una y otra cosa he dado con una fórmula que igual va a ser temporal, pero por el momento es lo que me ha funcionado mejor y eso es mezclar prendas juveniles con otras más formales. Un campechaneo de faldas, blusas, pantalones y sacos que me ha ido sacando del atolladero.

He revivido los vestidos que por muchos años los tuve vetados (no sé por que) y que últimamente me sacan mucho de apuros.

Por ejemplo:

Si me pongo jeans los uso con blazers o con túnicas.

Si uso faldas medio cortas solo lo hago en invierno y las acompaño de mallas opacas y gruesas (pero muy gruesas eh)

Los leggins son prohibitivos si no van acompañados de un mini vestido o túnica larga (so pena de parecer super héroe)

Los shorts y los vestidos cortos salen de paseo sólo en verano (vacaciones).

Y ahi voy implementando este método (más viejo que los cerros) llamado ensayo y error, tengo ya outfits bien armados que no llegan a tener el look de doña ni me ubican en la categoría de señora disfrazada de milenial…

Pero basta de hablar de mi, hablando de ti  ¿Con que prendas de tu guardarropa ya no te identificas?

 

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Fotografía: PEXELS

 

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Moda

Errores que todas cometemos al momento de comprar

23 octubre, 2017
Errores al comprar

Hace poco me di cuenta que antes me encantaba comprar ropa y ahora es algo que no disfruto mucho hacer

¿Les pasa lo mismo? 

Creo que algo tiene que ver con el hecho de que creemos que las cosas ya no se nos ven tan bien como antes, hace poco “platicaba ” de esto por mail con una amiga (s.p) y me contaba que a ella le pasa lo mismo, que antes se entretenía yéndose al mall y ahora es algo que rara vez hace.

Pero hay otros factores (aparte de no tener cuerpower) que hacen que el shopping no se disfrute como se debería, pensando en esto recopilé lo que más gordo me cae de ir de compras y en este post se los comparto:

 

No te apresures. Ir de compras consume mucho tiempo, más ahorita que no tenemos las medidas perfectas y por ende hay que echarle más ganas. Existen miles de pantalones negros en este mundo y sólo tú sabes que características, corte y estilo tiene el que necesitas así que como dice esta canción tan maravillosa de The Eagles TAKE  IT EASY.

compra cosas que puedas regresar. “Es de sabios cambiar de opinión” y así como dice este refrán si cambias de idea y decides que no tienes los zapatos o la ocasión ideal para ponerte ese vestido que compraste se vale que vayas y lo cambies por otra cosa o que de plano te regresen tu dinero .

No compres lo mismo. Aquí es donde más caigo yo, a veces me acuerdo de la típica escena de la película, en la cual el protagonista abre un closet lleno de la mismas dos prendas y acto seguido ponen música terrorífica de fondo ja,ja,ja.

Bueno pero ya hablando en serio, no necesitas 10 camisas blancas ni 10 pantalones negros. Confieso que en cuestión de ropa he avanzado un poco y trato de no buscar mi uniforme de siempre, pero hablando de maquillaje sigo comprando cada lipstick color coral que se atraviesa en mi camino.

Lleva un presupuesto en mente sobre todo si necesitas varias cosas. No hay nada peor que el buyers remorse, arghhhh es lo peor gastar y gastar para después traer una cruda moral del tamaño del mundo.

Y ya que andamos por estos rumbos si crees que caes en la categoría de compradora compulsiva te recomiendo estos libros de Guadalupe Loaeza, no se te va a quitar lo gastona pero créeme que al menos te vas a reír un rato.

Compro, luego existo y Debo, luego sufro.

Piensa antes de ir de compras, decide cuánto estás dispuesta a gastar y trata de respetar ese presupuesto.

Has una lista de prioridades. Compra primero lo que realmente necesites. No hay nada peor que necesitar algo, salir a comprarlo y regresar a la casa sin aquello que necesitabas y sin el dinero por supuesto . Enfócate en comprar eso primero y después ya podrás ver si se te pega una que otra cosita.

Compra por la mañana. Por las mañanas las tiendas están menos llenas y se puede comprar más relajadamente. No harás fila ni para probarte la ropa ni para pagar y lo mejor de todo es que las encargadas de ayudarte estarán a tu entera disposición .

Ve sola. Hay muchas mujeres que odian ir de compras solas, pero cuando vas acompañada muy frecuentemente terminas comprando cosas que le gustan a tus amigas pero no a ti.

Esto que les voy a contar me pasó muchas veces, allá por los ochentas cuando yo era una jovencita llena de ilusiones (ja) solía ir de shopping a Mcallen de entrada por salida, cuando iba con amigas siempre que llegaba a mi casa me daba cuenta que muchas cosas que me había comprado no me gustaban o me gustaba a medias.

Con el tiempo me di cuenta que cuando iba con la ejecutiva regresaba con puro suit, cuando iba con mi amiga la sweet llegaba con puros vestidos de encaje o de florecitas con look virginal ¡Ay no que circo! Finalmente entendí que para comprar a mí me va mejor cuando voy sola.

No te vuelvas loca con las tendencias del momento. Una que otra cosita está bien, pero tener diez vestidos o sweaters con hoyos en los hombros (como los que son el furor ahorita) no le hacen bien ni a tu closet ni a tu bolsillo.

Lo mismo pasa con el color de la temporada, las tiendas están llenas de todo tipo de prendas pero todas son de ese susodicho color. ¡No caigas! como dice el famosísimo refrán:

 “Para muestra basta un botón”

Bueno espero que este post no suene a sermón y que estos consejillos les ayuden a gastar menos la próxima vez que se vayan de shopping…

 

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Belleza

Antioxidantes para la piel

2 octubre, 2017
oriflame

Usualmente cuando te ves bien por fuera es porque estás mejor por dentro, así de fácil.

Por eso cuando algo nos falla no podremos vernos bien jamás, pues nuestro aspecto siempre nos delatará.

Basta con dejar de dormir bien dos noches seguidas para parecer un extra del video de thriller, debido a esto si queremos VERNOS bien debemos ESTAR bien.

Crear buenos hábitos y llevar una vida saludable es el mejor consejo de belleza que nos podemos dar.

Todos los abusos al final se vienen notando en el cutis, pelo, uñas, en la figura, en los ojos, etc.

Hay sin embargo una manera de darle una ayudadita extra a nuestras células y retardar su proceso de envejecimiento.

Según los expertos (no yo) mediante los antioxidantes podemos alentarle un poco el paso a el deterioro celular. 

Ahora bien.

¿Qué es un antioxidante?

Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas. La oxidación es una reacción química de transferencia de electrones de una sustancia a un agente oxidante. Las reacciones de oxidación pueden producir radicales libres que comienzan reacciones en cadena que dañan las células. WIKIPEDIA

Hace más de diez años una amiga me los presentó, para ser exactos hace 13 años.

En aquellos entonces yo entrenaba con ella (n.l) para correr el maratón del 2005 y me recomendó tomar antioxidantes para sentir un poco menos los efectos de la fatiga, “toma uno, el que sea” me dijo.

Seguí su consejo y reconozco que mi única fuente de investigación fue el empleado del GNC que me atendió y después de escuchar atentamente a sus recomendaciones decidí comenzar tomando Omega 3.

Me cayó mal, no sé por que pero constantemente tenía malestar de estómago y decidí dejarlo.

Volví a GNC en búsqueda de otros antioxidantes y ahí me explicaron que el resveratrol es una sustancia que aparte de actuar como antioxidante ayuda a mejorar el aspecto de la piel y así me inicié en la búsqueda de antioxidantes que de pasadita mejoren el aspecto del cutis (digo si ya vamos a gastar).

Finalmente no compré nada ahí y terminé tomando unos de USANA, como hace años de esto no recuerdo cómo se llamaban pero eran moradas, olían a uva y lo único que recuerdo bien es que las dejé de tomar porque eran unas cápsulas enormes que me producían un terror a morir asfixiada con esas pastillotas atoradas en la garganta.

Seguí en la búsqueda de antioxidantes que al mismo tiempo mejoraran el aspecto de la piel y a lo largo de estos años he probado prácticamente casi todos los que prometen mejorar el cutis, de toooodos estos tengo dos favoritos pues son los únicos que han hecho la diferencia.

antioxidantes que mejoran la piel

 

Así es, por dramático que se escuche esto, con respecto a estos dos antioxidantes si existe:

El antes y el después.

La noche y el día.

La luz y la oscuridad.

La diferencia en el aspecto de mi piel fue franca y no tardó años en hacerse evidente.

Tampoco vi el cambio en dos semanas, para que no lo esperen tan pronto, pero después de un mes de tomarlos a diario, mi piel comenzó a mostrar la transformación.

Esos dos son:

Imedeen  

Swedish Beauty Complex Plus de Oriflame

Si, de todos los que he probado esos son los que se notan más por fuera.

No, este no es un post pagado (¡ya quisiera!).

Pero pasemos a lo más importante y eso es la relación calidad-precio, para mi, el complejo marino con astaxantina y extracto de arándano de Oriflame es igual de bueno y mucho más barato.

El Imedeen es muy bueno y muy caro. Además no se puede comprar en unidades de 30 cápsulas, así que aparte de caro hay algo de compra condicionada.

Así que ya lo saben, esta fue mi experiencia muy personal y como ya les he dicho siempre:

No me lo crean y prueben ustedes para ver cuál les sienta mejor.

 

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Moda

¿Leopard print? ¿A los cincuenta?

18 septiembre, 2017

Si, definitivamente si.

El leopard print, cuero, estoperoles, las transparencias, los jeans, tenis, las camisetas y un sin fin de prendas más, consideradas un “atrevimiento” son solo algunas prendas que podemos vestir sin ningún temor a parecer una “chava ruca”.

Mil perdones por el término (que me encanta y en ocasiones me describe ) pero todas las tendencias de moda se pueden transformar y adaptar a la edad por la que estamos pasando.

Hablemos por ejemplo de el estampado de leopardo, tal vez no te hará ver muy distinguida una mini falda de animal print pero sin duda alguna te puedes poner el mismo estampado en una falda curra a la altura de la rodilla con unas botas de caña alta, o un vestido verde jade con unos pumps de leopardo y un clutch negro (ay nomás de imaginarlo se me antojó el look).

También puedes encontrar una blusa con estampado animal y una falda negra, para resaltar tanta oscuridad podrías acompañar el look con unos pumps rojos o color vino.

Pasemos ahora a los jeans de cuero, si ustedes piensan como yo estarán de acuerdo en que el cuero (real) necesita ser acompañado de un cuerpower, pero actualmente hay unos leggings/jeggings maravillosos fabricados con una “likra levanta muertos” que te acomoda todo lo que el tiempo (y la vida en general) se han encargado de desacomodar.

Si los acompañas con unos flats y un blusón te aseguro que te vas a ver es-pec-ta-cu-lar.

Los estoperoles son una nota de atrevimiento y rebeldía que en pequeñas dosis se ven bien a nuestra edad, obvio que no vas a salir a la calle con una chaqueta que pese más que tú, pero una cartera o una pulsera con estoperoles no se le ve mal a nadie.

Las transparencias son una nota de elegancia y sensualidad que mientras sean vaporosas pueden seguirse usando a discreción.

Los jeans (que dieron inicio a este blog), las camisetas y los tenis que son el combo teen por excelencia no son de ninguna manera prendas exclusivas para las menores de 20.

Mientras estemos conscientes de aplicarnos ese dicho que reza “de la moda lo que te acomoda” podremos seguir usando estas prendas combinándolas con otras un poco más formales y serán la pareja perfecta para ir a una cena casual o a chismear al bar con las amigas.

No nos esta prohibido nada, somos nosotras las que dejamos de usar las prendas porque así lo hemos decidido, porque nos llenamos la cabeza de ideas y nos repetimos una y otra vez que ya no se nos ven bien.

To-do absolutamente todo se te ve bien, mejor dicho se te ve fenomenal, lo único que necesitas es recobrar el gusto por arreglarte y salir a la calle echando tiros.

 

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Fotografía:PEXELS

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Moda

5 errores de moda que no volveré a cometer

11 septiembre, 2017

Creo que ya les he comentado en alguna otra ocasión que lo que más me gusta de ser mayorcita es el haber aprendido unas dos o tres cosas que antes ignoraba.

En todos los aspectos de la vida vamos acumulando conocimiento y es reconfortante saber que los años no pasan en vano.

En cuestión de moda hay varias cosas que tengo cien por ciento comprobadas y aunque no diré de esta agua no beberé, hay cinco errores que de verdad espero no volver a cometer.

 

Comprar zapatos chicos/grandes. Me encanta comprar cosas por internet y aunque no voy a renunciar a hacerlo creo que comprar zapatos es la peor decisión que he tomado. Hace tiempo que solo compro en DSW, pues puedes pedir que los manden a la tienda mas cercana y cuando llegan te mandan un aviso. Cuando vas por ellos te los pruebas y si no te gustan no los tienes que pagar.

Comprar ropa en rebaja que casi casi es lo que ando buscando. Arghhhh aquí es donde más caigo. No sé porqué pero siempre me siento tentada a comprar algo que esta muy barato. Claro que como les decía, con los años he ido aprendiendo (a la mala ) y últimamente hago un esfuerzo sobre humano cada vez que paso por un rack de ropa rebajada, pero me he dado cuenta que si no lo necesitas, NO LO NECESITAS.

No mandar la ropa a la tintorería. Odio mandar cosas a la tintorería. Me molesta ir y venir. Me ocupa tiempo y hay días que tiempo es lo que tengo de más, pero el solo hecho de pensar en tener que subirme al carro y manejar en el tráfico de esta ciudad me pone de malas. Ahora lo que hago es comprar ropa que se pueda lavar a mano. Lo que hacía antes era comprar ropa que decía lávese en seco, para después ignorar el mensaje con singular alegría y lavarla a mano. Gran error, siempre arruinaba la ropa y terminaba tirando el dinero a la basura.

Usar las tendencias al mismo tiempo. Con el tiempo entendí que algunas tendencias de moda son como los accesorios, hay que tener cuidado de no usarlas todas al mismo tiempo so pena de parecer una piñata humana. Hoy en día me gusta ver que se está usando y elijo solo una cosa para añadir a mi guardarropa. Todavía recuerdo como si fuera ayer cuando las cosas fosforescentes se pusieron de moda ¿Se acuerdan?. Gracias a Dios no existía el Facebook, juro que un día salí a la calle con una blusa, zapatos, aretes y ¡lipstick! fosforescente.

Usar prendas demasiado reveladoras. Creo que todas estamos de acuerdo en que una que otra transparencia es permitida de vez en cuando. Lo que no se ve bien a cierta edad es andar enseñando la mitad del cuerpo por hermoso que este sea.

A esta lista le debería agregar otros crímenes de la moda que he cometido, pero mejor dime.

 

Hablando de moda ¿Cuál ha sido tu mayor error? 

 

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Fotografía: PEXELS

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Historias

Un kaftan: El traje de gala para estar en casa

3 julio, 2017

Recuerdo como si fuera ayer el día que conocí a la mamá de mi amiga (y.a), recuerdo también que al mismo tiempo conocí una prenda que hasta el día de hoy no le he visto usar a nadie: el Kaftan.

Por aquellos años yo era una adolescente (estudiaba la preparatoria) y las “señoras” eran una especie que nada tenía que ver conmigo.

Hasta ese día para mí las amas de casa se veían todas iguales, tenían ese look normal tirándole un poco a estar desarregladas, y al conocerla me topé frente a frente con una especie para mi hasta ese entonces desconocida:

El ama de casa glamorosa.

En los años ochenta me presentó esta prenda y gracias a ella conocí muchos. Los lisos, los estampados, los gruesos y los sumamente delgados y vaporosos; Tenía muchos, todos y cada uno de ellos la hacían lucir espectacular.

Se veía regia con solo un kaftan, unos aretes y su pelo negrísimo recogido en un chongo alto.

Siempre usaba lo mismo para estar en casa, parecía como si estuviera lista para irse a una fiesta y el único indicio de que no era así es que andaba descalza.

Es como si al vestirlos  se encontrara en su estado natural, era una prenda que le quedaba como anillo al dedo, combinaba con su cuerpo, su personalidad y su estilo de vida.

Sin duda alguna ayudaba el hecho de que era alta y delgada; Cuando la veía ir y venir con esa prenda que transmitía libertad de movimiento y frescura pensaba:

Cuando crezca voy a vestirme así para andar en casa“. El tiempo pasó y gracias al olvido nunca compré ni siquiera uno, y  ahora que yo tengo su edad y ando en búsqueda de ropa que me guste y que me haga sentir cómoda sin sacrificar el estilo, recordé sus maravillosos kaftanes.  

 

En cuanto pueda me daré a la tarea de buscar uno y poco a poco iré formando una colección de los más cómodos y bellos que encuentre.

Ahora que Monterrey esta que arde nueve de los doce meses que tiene el año. Ahora que ando en búsqueda de ropa apropiada para mi edad. Ahora que ya tengo los años suficientes como para no  sacrificar la comodidad a cambio del estilo, me parece que un kaftan es la nueva prenda de mis sueños

Aparte de su belleza, comodidad y versatilidad indiscutible (lo mismo lo llevas a una cena que al banco), cuando las temperaturas alcanzan los 35 grados, cuando el calor es tan intenso que cualquier tela pareciera lana virgen y no quisieras que nada te rozara la piel, no hay nada más apropiado para andar por la vida que un amplio, vaporoso y fresco kaftan. 

 

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Moda

Athleisure: El arte de vivir en pants y en tenis.

5 junio, 2017
Athleisure para mujeres maduras

No sé por qué pero en algún lugar de mi cerebro tengo grabado que la ropa para hacer ejercicio se debe usar solamente para eso y no para andar por la vida. Bueno tal vez si sé, tengo eso grabado porque mi mamá siempre lo decía.

Cuando llegaba a ver alguien en tenis (¡en tenis!) decía que esos no eran zapatos de salir, ya el acabóse era cuando veía una persona luciendo el outfit deportivo de pies a cabeza: pants, sudadera y tenis.

Entonces si se soltaba con el discurso completo y daba mil y un razones por la cuales la gente no debería vestir así “para salir a la calle”.

Claro que en aquel entonces todos, to-dos los outfits para hacer ejercicio eran grises. ¿Por qué grises? Nadie nunca lo sabrá, pero eran por demás horribles y desangelados.

La única vez que esa sudadera subió de nivel fue cuando Jennifer Beals la uso en la película de Flashdance, para eso tuvo que cortarle el cuello, enseñar un hombro y darle un toque sexy.

Aparte de eso aquellas prendas no le hacían justicia a el cuerpo y la tela era espantosamente gruesa, no había manera de verse bien vistiendo eso.

Sin embargo, de todas las razones que enumeraba mi mamá la más poderosa y la que sigue resonando en mi cabeza fue:

” Nunca te acostumbres a traer pants todos los días, esas prendas con jareta son muy engañosas y para cuando acuerdes ya tendrás 5 o 10 kilos de más”.

“No hay nada como usar telas sin lickra y con pretina. Rapidito te avisan si subiste de peso”

Ay mi madre, en sus tiempos de juventud este de verdad que fue un mantra para ella, pero en la actualidad es imposible no darse cuenta que esta tendencia de vestir con leggings, pants y tenis todo el tiempo llegó para quedarse, simplemente porque esas prendas son muy cómodas.

Esta moda de andar en pants y camisetas un poco mas estilizadas esta agarrando cada día más fuerza y de verdad que hoy en día hay cosas preciosas que combinan la comodidad, el diseño y el color de manera muy interesante.

Ahora esta ropa se usa para ir al super, para viajar, para ir a clases, para llevar a los niños al parque, para estar en casa etc.

Y me alegro, aunque tengo que aceptar que aquí tengo sentimientos encontrados pues no puedo desechar los consejos de mi madre, cada vez estoy menos dispuesta a sacrificar mi comodidad por andar a la moda. 

¿Finalmente ahora puedes andar a la moda y cómodo al mismo tiempo? Díganme como y yo le entro.

Pero pasemos a lo más importante y contestemos la pregunta del millón de dólares:

¿Adoptamos la tendencia o la dejamos para las que tienen veinte o treinta años menos ?

Ni una ni otra, hay muchas prendas que podremos adoptar y otras (como las omligueras y los leggings que parecen que están pintados con aerógrafo a la piel ) que debemos dejarle a las más jovencitas.

Creo firmemente que la moda no tiene ni tendrá edad, solamente hay que adoptar las prendas que nos hagan ver y sentir bien.

Pero como digo siempre, no me crean, mejor chequen estas fotos de mujeres contemporáneas que lucen espectaculares con “ropa para hacer ejercicio”.  

Definitivamente hoy en día si se puede andar por la vida en pants y tenis. 

Sorry mom 😒

 

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Athleisure for mature women

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