Si últimamente tu pelo anda muy desobediente, por favor, sigue leyendo este post…
Porque ya saben, que de cuando en cuando, me enamoro de alguna cosa que viene a resolverme un problema o a cubrir una de las muchas necesidades que tengo y entonces…
Tengo varios objetos que considero de culto, porque de verdad hallarlos fue como hallar el apagador de un cuarto a oscuras, y claro que pronta y presta los compartí (aquí y aquí) al momento de descubrirlos.
Obvio que no es de a gratis que de un día pa’l otro amanezca encariñada de un bien material y no quiera soltarlo ni para dormir, pero si me vuelve loca es porque:
Una, tenía tiempo batallando en esa área de mi vida y dos, hace que mi rutina diaria sea menos cansada.
Además, amar un objeto a éstas alturas, me hace recordar con nostalgia los días de infancia en los que me compraban algo y me quería hasta bañar con la cosa puesta.
¿Ah, que sería de mis loafers de charol beige con barbas?
Dónde andarán ahorita éstas mallas beige que les juro que eran tornasoleadas y mi vestido de cuello marinero con falda plisada.
Bueeeeeeeeno yo con este outfit me sentía so.ña.da, juro que quería desayunar, comer, cenar, bañarme y dormirme con es.to pues.to.
Pero en fin, regresando al tiempo presente, les quiero chismear que ahorita ando bien enamorada del cepillo-secadora Revlon que mi hija menor tuvo a bien comprarse.
Llegó a mi casa gracias a ella y cuando me invitó a usarlo le dije “gracias, pero no creo que sirva”, porque pensé que no era para mi.
Esta idea tan errada la saqué de otro cepillo que tuve hace años, y que soplaba menos que un huerco pasando por una antialcohólica.
Las velocidades del aire eran dos: lento y mega lento; Aparte el aire salía tibio, así que a lo mucho me dejaba pareciendo la doble de mafalda.
Por esto cuando lo vi… junté los elementos cepillo-aire e inferí que éste iba a ser pan con lo mismo…pero oh sorpresa, no lo fue.
El cepillo sirve y muy bien. Te deja el pelo seco y lacio en un santiamén.
A diferencia de las secadoras a las que les adaptas un peine, este cepillo no te engrifa el pelo porque al mismo tiempo que lo estas secando lo puedes tensar.
Y entonces matas dos pájaros de un tiro, seco y liso al mismo tiempo.
El único problema que yo le veo es usarlo en verano, porque créanme, el aire está calieeeeente, y aunque tiene varias temperaturas, yo lo pongo en la rayita de “ardiendo”.
Y por lo mismo creo que si lo tendrías que usar en una habitación que tenga AC o empezarás a sudar a mares.
Yo por eso voy al salón a que me peinen, porque con todo el ajetreo de subir las manos, manipular el cepillo y tener el aire caliente tan cerca del “coco” empiezo a sudar como burro de carga.
Y más sudo cuando en Monterrey estamos a 40 grados centígrados e intento secarme el pelo en mi baño, que no tiene clima, por eso ahorita que no hace calor, me estoy dando vuelo y no he ido a la estética a pistolearme ni una sola vez.
Ya cuando lleguen los calorones a esta tierra, veré si es igual de práctico, tal vez podría secarme el pelo en mi recámara.
Pero bueno, no me crean y pruébenlo, pues lo bueno de comprar hoy en día es que todo, TO.DO es regresable, si no les sirve sólo tendrán que meterlo otra vez a la caja, tomar el ticket y VÓILA…
¿Te gustaría ser parte del blog? Pícale AQUÍ
æ