Belleza

El cepillo secadora es mi nuevo objeto de culto.

23 marzo, 2020

Si últimamente tu pelo anda muy desobediente, por favor, sigue leyendo este post

Porque ya saben, que de cuando en cuando, me enamoro de alguna cosa que viene a resolverme un problema o a cubrir una de las muchas necesidades que tengo y entonces…

Tengo varios objetos que considero de culto, porque de verdad hallarlos fue como hallar el apagador de un cuarto a oscuras, y claro que pronta y presta los compartí (aquí y aquí) al momento de descubrirlos.

Obvio que no es de a gratis que de un día pa’l otro amanezca encariñada de un bien material y no quiera soltarlo ni para dormir, pero si me vuelve loca es porque:

Una, tenía tiempo batallando en esa área de mi vida y dos, hace que mi rutina diaria sea menos cansada.

Además, amar un objeto a éstas alturas, me hace recordar con nostalgia los días de infancia en los que me compraban algo y me quería hasta bañar con la cosa puesta.

¿Ah, que sería de mis loafers de charol beige con barbas?

Dónde andarán ahorita éstas mallas beige que les juro que eran tornasoleadas y mi vestido de cuello marinero con falda plisada.

Bueeeeeeeeno yo con este outfit me sentía so.ña.da, juro que quería desayunar, comer, cenar, bañarme y dormirme con es.to pues.to.

Pero en fin, regresando al tiempo presente, les quiero chismear que ahorita ando bien enamorada del cepillo-secadora Revlon que mi hija menor tuvo a bien comprarse.

Llegó a mi casa gracias a ella y cuando me invitó a usarlo le dije “gracias, pero no creo que sirva”, porque pensé que no era para mi.

Esta idea tan errada la saqué de otro cepillo que tuve hace años, y que soplaba menos que un huerco pasando por una antialcohólica.

Las velocidades del aire eran dos: lento y mega lento; Aparte el aire salía tibio, así que a lo mucho me dejaba pareciendo la doble de mafalda.

Por esto cuando lo vi… junté los elementos cepillo-aire e inferí que éste iba a ser pan con lo mismo…pero oh sorpresa, no lo fue.

El cepillo sirve y muy bien. Te deja el pelo seco y lacio en un santiamén.

A diferencia de las secadoras a las que les adaptas un peine, este cepillo no te engrifa el pelo porque al mismo tiempo que lo estas secando lo puedes tensar.

Y entonces matas dos pájaros de un tiro, seco y liso al mismo tiempo.

El único problema que yo le veo es usarlo en verano, porque créanme, el aire está calieeeeente, y aunque tiene varias temperaturas, yo lo pongo en la rayita de “ardiendo”.

Y por lo mismo creo que si lo tendrías que usar en una habitación que tenga AC o empezarás a sudar a mares.

Yo por eso voy al salón a que me peinen, porque con todo el ajetreo de subir las manos, manipular el cepillo y tener el aire caliente tan cerca del “coco” empiezo a sudar como burro de carga.

Y más sudo cuando en Monterrey estamos a 40 grados centígrados e intento secarme el pelo en mi baño, que no tiene clima, por eso ahorita que no hace calor, me estoy dando vuelo y no he ido a la estética a pistolearme ni una sola vez.

Ya cuando lleguen los calorones a esta tierra, veré si es igual de práctico, tal vez podría secarme el pelo en mi recámara.

Pero bueno, no me crean y pruébenlo, pues lo bueno de comprar hoy en día es que todo, TO.DO es regresable, si no les sirve sólo tendrán que meterlo otra vez a la caja, tomar el ticket y VÓILA…

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