Historias

Objetos sin vida que dan felicidad

17 agosto, 2020

Últimamente me he topado con muchísimos retos en Instagram y me encantan porque algunos sirven mucho en cuestión de motivarse una misma.

Lo que más me gusta es que hay de todos colores y sabores, y no se a que se deba, pero abundan los que te retan a agradecer por algo diariamente…

Como no soy amante de la estructura, no le he entrado a ninguno formalmente, pero de tanto leerlos, me puse a pensar en todo aquello que me debería de hacer sentir agradecida.

Definitivamente hay personas y conceptos por quienes tengo que agradecer muchas cosas y cosas a las que tengo mucho que agradecer.

Y entonces, haciendo este ejercicio me puse a reflexionar, y decidí enumerar los pequeños objetos que hacen que mi vida sea más divertida y colorida. 

Me dije: ¿Cuál de todas las cosas que poseo es mi favorita y la que más dicha me da?

Inmediatamente después de formular la pregunta, me vinieron a la mente bienes materiales que me sirven mucho y aparte me hacen muy feliz.

Y no es que yo crea que las cosas van por encima de la salud, el amor o las personas que nos aman ¡PARA NADA!, es simplemente que pocas veces pensamos en esas madrinolas que nos hacen el día a día menos pesado.

Y bueno, volviendo al tema, después de darle vueltas al asunto saqué una lista, pero no pude parar ahí y escribí una segunda lista ya que descubrí que estoy encariñada con MUCHAS COSAS.

Después las edité porque no quería aburrirlas con listas de 20 cosas pero…

Los finalistas fueron aquellos que siempre tendrán un lugar especial en mi corazón :

  • Mis tenis Saucony. Porque hacen que mis pies no se cansen y me acompañan haciendo la cosa que mas disfruto hacer en esta vida que es correr.
  • El Parque Fundidora. Aunque no es mío, lo siento mío y creo firmemente que Monterrey no tiene una cosa más hermosa que este parque, este es el oasis del desierto, es un toque de color verde entre tanto gris.
  • maleta. Mi compañera de viaje no podía faltar en esta lista, es ligera, aguantadora, evita que me canse y pueda seguir caminando en todas esas partes a dónde llego de visita.
  • iPod. Mi música y mis fotos están aquí y con eso ya dije todo, por eso lo amo y lo cuido como a mis ojos. No es lo mismo correr o limpiar la casa con música que sin ella.
  • suero Estée Lauder. Tengo añales usando este suero y no me cansa, es delicioso. Me hace el favor de que me vea menos cansada y deshidratada.
  • gomitas de calcio. Ahora que tengo que tomar calcio créanme que estas gomitas se han convertido en mis mejores amigas. Odio las pastillotas que tienen el tamaño de un USB y por más que busco diferentes marcas TODAS tienen esas dimensiones. Además las gomas saben de.li.cio.so.
 

Después están los suplentes, otras cosas que poseo, y que de repente traigo de moda, aquí el amor es intermitente pues de repente los amo y después los olvido, en esta lista quedarían:

 
    • Mi libro de cabecera
    • Mi difusor de aromaterapia
 

Y para el final dejé lo mejor, el ganador absoluto, sin dudarlo, es mi carro. Tengo muchas cosas que agradecerle a mi carrito, al actual y a todos los que me han aguantado a lo largo de mi ya larguísima carrera como chofer.

 

Es un objeto que en mi caso, da mucho y recibe muy poco a cambio, pues soy esa dueña (odiosa) que solo lo lleva al taller cuando ya no funciona.

Cuando paro en la gasolinera y me preguntan si le checan algo, digo siempre que no, desconozco por qué, pero ya es un hábito decir que no, y dar por hecho que no le falta nada…

¡Cuando nunca de los nuncas le checo nada!

 

Le hago la afinación 7000 kilómetros después de que la requiere y pocas veces lo lavo, bueno tal vez lo llevo al car wash unas 20 veces al año.

 

A cambio él hace posible que yo haga muchas cosas y viva otras tantas, ha sido mi compañero de fiesta, de viaje, consultorio sentimental, sala de espera, salón de belleza, confesionario, cama, paraguas, etc. 

 

Gracias a él llego al trabajo, a las reuniones con mis amigas (os), citas con el doctor, gimnasio, clases y a todos esos lugares a los cuales por una razón u otra me interesa asistir. 

 

Me resguarda del frío y del calor, sirve de refugio, de cabina telefónica, de silla, espacio de lectura, pero lo más importante es que desde hace mucho tiempo es mi compañero incondicional.

A donde yo quiera ir, él quiere ir, no me cuestiona la hora, ni la temperatura, si es fin de semana o día festivo, nunca se le hace que es demasiado temprano o demasiado tarde. 

 

Esta disponible para mi  24/7.

Por eso ahora que decidí hacer una lista de cosas por la cuales agradecerle a la vida, pensé precisamente en esas cosas que no tienen vida pero mejoran la mía.

Aún cuando son objetos inanimados, nos permiten disfrutar más y mejor de nuestra existencia.

Esas cosas le añaden a nuestras vivencias forma sonido, color y calor.

Le ponen a todo dos rayitas más y hacen posible que disfrutemos algo que en potencia podría ser difícil o aburrido.

Por esto la próxima vez que agradezcamos, volvamos la cara y veamos nuestras cosas con amor y demos las gracias de que están ahí para acompañarnos y hacernos el camino más agradable. 

 

Y tú ¿ A qué le agradecerías que…?

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Fotografía: PEXELS


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