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síntomas de la menopausia

Belleza Vida Sana

Sobrevive la menopausia un síntoma a la vez.

10 febrero, 2020

En estos dos años que llevo navegando el mar de la menopausia he probado un sin fin de productos, he gastado un dineral y la mayoría de las veces he tirado mi sueldo a la basura.

Poco a poco y sin darme cuenta, he ido coleccionando:

  • gotas para los ojos
  • sueros para el cutis
  • pastillas de carnitina
  • colágeno en pastillas y en polvo
  • vitaminas para los ojos
  • mascarillas para el pelo
  • cremas para el cuerpo
  • calcio en pastillas, en gomitas y en chicloso
  • aceites esenciales
  • aceites naturales, etc.

Al darme cuenta de todo lo que he comprado, decidí escribir este post y evitar que ustedes también gasten a lo loco.

En este articulo les quiero enumerar los productos que me sirvieron para tratar los síntomas de la menopausia.

Lo que no me funcionó lo editaré, para que esta nota no sea más larga que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

De cualquier manera en los posts donde menciono algún síntoma de la menopausia hablo de lo que he probado, así que dense una vueltecita a las secciones de belleza y vida sana.

Son muchas cosas, y no diré que lo he probado todo porque estoy segura que en cuanto a la menopausia se refiere, no voy ni a la mitad del camino jajajaja.

Así que sírvanse un café porque este escrito se sale de la norma y es un poco largo.

Síntomas de la menopausia y algunos productos que pueden ayudar:

Lo primero que necesité comprar hace dos años fue calcio, mi ginecólogo me lo recetó porque ya presentaba osteopenia en los huesos.

Compré las pastillas de caltrate y como me hartaron muy pronto porque son gigantescas, comencé a buscarles un sustituto.

Entonces descubrí las gomitas de calcio, hay muchas marcas y después de leer mil reviews y concluir que eran las de mejor sabor, probé tres.

De esas tres, las únicas que me gustaron son las Caltrate…

Las gomitas de Caltrate tienen un sabor intenso, no tienen ese after taste a medicina y son agridulces; Realmente parece que te estás comiendo un dulce.

Ahora que si nos pasamos a los caramelos, los únicos que probé son los chiclosos sabor caramelo y los de chocolate de Viactiv.

Me recuerdan estos dulces que vendían por kilo en algunas tiendas del centro de McAllen (híjole ya llovió).

Para las chocoholics, estos últimos vienen en sabor chocolate y vainilla, el sabor chocolate está bien a secas y el de vainilla no lo he probado.

Ahora que si eres de las que se la pasa tomando smoothies y licuados, no batalles y compra el calcio en polvo que vende Herbalife, te va a caer como anillo al dedo.

Y bueno, hasta aquí con el calcio…

Después vino la sequedad en la cara y me dediqué a buscar cremas, aceites y sueros porque nada parecía hidratarme el cutis.

No sé que le pasó a mi piel, pero parecía como si los poros estuvieran cerrados y el cutis hubiera perdido la capacidad de absorber.

Por más cremas que me untaba yo seguía sintiendo el cutis seco, y en lugar de cambiar de producto sólo aumentaba la cantidad, hasta que me di cuenta que no iba porai la cosa.

Entonces cambié de la crema a el aceite y del aceite finalmente brinqué al suero; Hoy en día me están sentando mejor los productos de consistencia más fluida, casi acuosa.

Noto que este tipo de producto si se absorbe en mi cara y no me pregunten porqué, pues no tengo la más mínima idea.

Y bueno de todos los sueros que probé, el primer lugar se lo llevan empatados el suero de Estee Lauder, el suero de retinol de Thomas Roth y las perlas de Oriflame que son una sustancia entre suero y aceite.

Hasta el día de hoy, son lo que mejor me ha caído en la cara.

A la sequedad de la cara le siguió la del cuerpo y empecé a tener una picazón generalizada en todas partes, pero en las piernas era de muerte.

Se me veían cenizas (como dice mi mamá) y la gravedad parecía avanzar día con día.

En esto si para que vean, era nuevecita, pues siempre tuve la piel medio grasosa y jamás en mi vida había comprado y usado una crema para el cuerpo.

Nunca, ni siquiera en invierno cuando me bañaba con agua para pelar pollos, necesitaba ponerme crema.

No probé muchas pero si fueron más de una, pues aunque yo creía que todas son iguales, cuando empecé a usarlas, algunas que eran densas me hacían empezar a sudar al instante.

Era como si me hubiera untado un suéter (¿les ha pasado?) entonces me la tenía que quitar, o sea, volverme a bañar.

Otras tienen un perfume asfixiante o igual yo tengo olfato de perro, pero cuando se mezclaba el olor de la crema y el olor de mi perfume, terminaba doliéndome la cabeza.

Finalmente me hallé con la cera y con una que venden en una compañía que se llama melaleuca.

Ambas son ligeras y el olor no aturde, porque esa es otra novedad que me trajo la edad.

Con los cambios hormonales traigo un olfato tan agudizado como de embarazada y huelo todo a kilómetros de distancia.

Bien podría cubrirle turnos y descansos a cualquier perro aduanero jajaja.

Y bueno, pues como era de esperarse, doña sequedad siguió paseándose con singular alegría por todo mi cuerpo, hasta que halló un nuevo hogar que la acogiera.

Acto seguido, la muy infeliz se instaló en mi pelo y ahora parece una paja, si ya de por si el tinte cada doce días, secado y planchado lo tenían en articulo mortis, hoy la cosa esta tragediosa.

Con todo y eso, traté de no caer en la desesperación y después de buscarle mucho encontré una mascarilla de la marca Schwarzkopf.

La línea se llama bonacure, la mascarilla dice peptide repair y el bote es color durazno.

Yo la compré en un salón de belleza y la verdad desde antes de pagarla ya sentía que estaba tirando el dinero, pero oh surprise como dice mi madre, la mascarilla salió buena.

Resulta que sirve, mi cabello se ve menos tieso, seco y opaco cuando me lo secan, ojo, se ve más sano menos feo cuando está peinado, al natural se sigue viendo casi igual;

Además tiene una aroma de-li-cio-so.

Entonces disfruto ponérmela, así que no siento que es una obligación más.

Pero bueno, sigamos que no vamos ni a la mitad…a la sequedad del pelo le siguió la de los ojos y también me vi en la necesidad de comprar gotas y más gotas.

Las mejores para mi son; Systane y Refresh pero en su presentación de gel, no en presentación regular.

Todas las demás me hicieron los mandados y vaya que le tendré que seguir buscando, porque no es que el efecto me dure muchas horas.

En un buen día, me tengo que poner cada dos o tres horas y como son de gel, veo borroso por un ratito.

Y pasándonos a otra cosa, la última novedad son mis uñas, ahora parecen campechanas; Se me están despegando las capas que las forman, según leí, por la falta de colágeno.

Así que esta historia “continuará”, como en las mini series y cuando halle solución a este problemita les avisaré por medio de un post.

Y bueno ya casi para terminar les quiero recomendar que tomen antioxidantes, yo no tomo vitaminas pero tengo más de quince años tomando Imedeen y el extracto de Astaxantina de Oriflame.

Un año tomo uno y el siguiente tomo el otro.

Los antioxidantes hacen más lento el proceso de envejecimiento de las células y por tanto ayudan para mantenernos mejor de fondo y forma.

Y pues recuerden que si tienen intención de probar algo, compren o pidan siempre una muestra cuando las haya disponibles.

También pueden buscar en eBay una presentación sin caja, que haya sido probador o que este usada, pues son productos caros y por lo mismo hay que ver si nos caen bien antes de comprarlos.

Hay mucha gente que compra algo y después de probarlo decide que no le cayó o no le gustó y lo vende por eBay.

Yo últimamente compro muestras, esas que te deberían de dar de cortesía (y que venden por eBay) y así evito gastar dinero dioquis.

Y bueno si, levanten las manos al cielo porque este post ya se acabó jajaja.

Espero que les sirva de algo el mega post-reseña y si tienen algún producto que les haya servido para aligerar la carga de la menopausia, déjenlo porfis en los comentarios del blog.

Están al final de ésta página ya que no todas siguen la de Facebook del blog, así estaremos todas en el mismo canal.

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P.D. Todos estos productos los compré en USA pero les deje los links de mis posts que a su vez tienen links de lo que si venden en México.



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Historias

Y de pronto llegaste a la edad de los nunca.

2 diciembre, 2019

Recuerdo que cuando mi mamá llegó a la edad de los “nunca”, pensé que se estaba volviendo loca.

Razón no me faltó pues un buen día y sin precedente alguno, amaneció con su cantaleta de que sentía cosas raras y de ahí en adelante ya no paró.

En mi memoria quedó grabado un día en particular, y el recuerdo es tan nítido que parece que lo viví ayer.

Mi mamá y yo estamos en la casa donde crecí, yo estoy sentada justo en la entrada de la cocina y traigo el uniforme escolar puesto.

¿Se imaginan de que años estoy hablando? ¡Híjole, estaba en secundaria!

Ella es un péndulo que se mueve de la hornilla izquierda a la hornilla derecha de la estufa.

Como anda de negro resalta en medio del brillante escenario que forman el refri, los gabinetes y demás electrodomésticos que son escandalosamente rojos.

Amaba esa cocina-infierno otrora vanguardista y que hoy sería parte de la colección retro de un museo de arte pop.

En fin, volviendo a los ochentas, mientras menea la sopa y guisa la carne, me cuenta que ya llegó a la edad de los nunca y que siente cosas que jamás había sentido.

Comienza o termina las oraciones con la misma palabra, dice : “Nunca había tenido insomnio” o “no vuelvo a cenar tan tarde, nunca”.

Sentada en un banquito (que tiene dos escalones abatibles) la observo ir y venir, con un ritmo acelerado, repitiendo lo que acaba de decir y recuerdo claramente haber pensado que no estaba bien de los nervios.

¿Se acuerdan de ese banco?

¿Alguien de ustedes tenía este mismo banco que se convertía en escalera?

Bueno equis, retomando el tema, todo lo que decía mi madre me sonaba tan fuera de lugar que yo juraba que era producto de su imaginación.

Pensaba que mi mamá ya estaba viejita y se estaba volviendo ideática

¡Viejita a mi edad! ¿Cómo me atreví a pensar eso? .. jajaja

Aparte, ¿Cómo pude pensar que los bochornos, la ansiedad, la depresión y la indigestión podían ser solamente producto del ocio?

Creer que todo esto estaba en su cabeza y con ponerse a hacer algo (aparte de trabajar todo el día) se le iba a quitar como por arte de magia.

¡Que ocurrencias tenía! …y pobre de mi madre.

Ahora que ya ando en las mismas, la comprendo y la admiro por aguantar los embates de la menopausia sin la ayuda de las hormonas.

Sin poder al menos googlear remedios caseros o unirse a un grupo de mujeres que ya anduvieran topándose con esa problemática.

Sin contar con la aroma terapia, la medicina alternativa de hoy en día y toda la información que nos dan los sitios de internet (confiables).

Creo que yo me lanzaría a la yugular de todo aquel que se atreviera a decirme que la sequedad de mis ojos, es producto de mi imaginación.

Lo más alucinante de todo es, que aquí estoy yo, décadas después, entrando en la misma etapa y preguntándome en qué momento pasaron esos 30 años.

¿En que momento me convertí en mi mamá?

¿A qué hora pasé a ser yo la que siente cosas raras?

Hoy en día mis amigas y yo estamos entrando a la edad de los nunca, y es la plática habitual del cafecito.

Lo decimos medio en broma y medio enserio, como una manera de ir poco a poco confrontando la realidad tan temida de estar convirtiéndonos en mujeres maduras.

Ignoro si mi madre sabía que todo eso eran síntomas de la menopausia, pues jamás pronunció tal palabra.

Sería ¿Tabú? ¿Negación? ¿Ignorancia?

Quién sabe, tal vez para ella y todas las de su generación era simplemente algo que se tenía que vivir y no algo que andar platicando.

Y eso daría para escribir otro post…pero volviendo a este articulo.

Callarnos como nuestras madres, sufrir en silencio y pensar que si ignoramos los síntomas van a desaparecer, no es opción.

La baja de hormonas es real, los cambios en el organismo son tangibles y algunos tan drásticos que pueden afectar nuestra calidad de vida.

Si hacen lo que mi mamá e ignoran los síntomas, estos 30 años habrán pasado en vano.

Hoy tenemos demasiada información a nuestro alcance, así que hay que ponernos las pilas, dejar la pena a un lado y actuar en consecuencia.

A los ochentas hay que ir de visita a recordar buenos tiempos, pero regresarnos, quedarnos ahí y padecer a causa de los tabus que existían sobre la menopausia, jamás.

Eso ya lo hizo tu mamá por ti…

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