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Moda Vida Sana

¿Qué talla “se supone” que eres?

1 octubre, 2018

¿Cuántas veces has salido “de malas” de un probador? ¿Una, diez, cien mil veces?

Yo salía enojada, frustrada, deprimida, desesperada, *llenen este espacio en blanco ______________ con otras tres palabras que les vengan a la mente y terminen en ada.

Ladies, las tallas hoy en día son un concepto tan abstracto (y raro) que debe de dejar de causarnos conflicto el hecho de entrar en un número y no en otro.

Lo que dice la etiqueta es sólo un símbolo, y este obedece solamente a la cantidad de tela que está dispuesto a gastar el fabricante.

¡Si así es! una verdad cruel y dulce a la vez.

Una amiga mía (g.h.) que toda su vida se ha movido en la industria del vestido me sacó de la oscuridad en la que yo me encontraba y me hizo esta observación hace muchos años.

Entre más barata sea la prenda más chicas tendrán que ser las tallas, simple y sencillamente porque se lleva menos tela maquilarla.

Lo mismo aplica para el otro lado, las prendas caras siempre tendrán un corte más amplio.

Desde ese día yo sé que si entro en una tienda para adolescentes, mal cruce la puerta engordaré unos kilitos (a quién le importa si amo los precios) y tendré que comprarme la talla L o en su defecto la talla 10.

Si por otra parte entro a Ann Taylor también como por arte de magia adelgazaré otros cuantos y la talla M e incluso la S me entraran como guante y si hablamos de números seré sin necesidad de “meter la panza” talla 6.

En mi closet hay cosas que van desde la talla 4 hasta la 12.

Por insólito que parezca y si no hablamos de números y nos pasamos a las letras tengo S a la XXXL.

Aparte nacieron (no sé cuándo) los conceptos OVERSIZED y SKINNY, así que un suéter oversized en talla M te puede quedar de maravilla, yo me acabo de comprar uno talla XS.

Con las cosas SKINNY pasa algo similar, si te gusta el estilo y el corte pero no estas dispuesta a parecer Miguel Bosé cuando cantaba Don Diablo tendrás que aumentar una talla, tal vez dos.

TODO tiene que ver con el estilo, la maquila y el diseño; NADA tiene que ver con tu peso.

Si hoy en día quieres comprar algo por internet y ese algo se maquiló en China deberías saber que probablemente sólo entrarás en las tallas extra grandes.

Las mujeres asiáticas tienen otra complexión y a las que nacimos en otras latitudes no hay manera de que nos entre una talla S, es prácticamente como intentar ponerte un vestido talla 9 del departamento de niñas.

Es algo increíble pero real 😳

Y pues allá voy otra vez con lo mismo, pero lo bueno de tener esta edad es que esas cosas ya no me estresan, atrás quedaron los días de salir de malas de un vestidor, de hacer corajes y no comprar nada porque MI TALLA no me entró.

Así que hoy en día cuando ando de shopping le echo un ojo a lo que me voy a probar, por si si o por si no me llevo dos números consecutivos de lo mismo y me compro el que se me vea mejor.

En la talla ni me fijo porque les aseguro que el mismo día y a la misma hora de una tienda he salido con tantas tallas diferentes como para armar un muestrario, jajaja.

Y déjame decirte una última cosita, estoy segura que a ti te ha pasado lo mismo ¿verdad?

 

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Historias Vida Sana

Las del equipo “todo o nada”…

24 septiembre, 2018
consejos saludables para mujeres maduras

No me cabe duda de que los seres humanos somos pendulares, nos encaaaanta ir de un extremo a otro y si hay algo que de verdad se nos dificulta, es llegar a un punto medio.

Si alguno de ustedes tiene una amiga (o) que haya hecho un cambio significativo en su vida sabrá de lo que estoy hablando.

¿Quien no tiene esa chérrima que un buen día tomó la decisión de ponerse a dieta, dejar el gluten, volverse vegetariana o iniciar una rutina de ejercicio?

En ese momento inicia una especie de fanatismo y ya no pueden ni siquiera ver el pan, la carne, el azúcar, *llenen el espacio en blanco* de lejos.

Una vez que reconocemos que necesitamos adoptar algunos cambios, nos negamos a ir poco a poco incorporándolos a nuestra vida diaria.

Hacemos todo lo contrario, un día nos levantamos y así de fácil tomamos la decisión de ser otra persona .

Es por eso que pocas veces tenemos éxito.

Esa mentalidad de todo o nada nos hace más mal que bien, nos pone con la espalda contra la pared, y nos obliga tarde o temprano a aceptar que no podemos cambiar hábitos de toda una vida en cuestión de días.

Yo soy así en materia de dietas, si me instalo en el todo la hago siempre, soy insufrible, llevo snacks saludables a el cine, cargo con mi comida a meriendas, compromisos de trabajo, clases e incluso de viaje, pero una vez que decido no hacerla “bien”, en un sólo movimiento de péndulo me paso a la nada. 

En la nada, me dedico a comer dulces, palomitas, chocolates, nutella y tantas cosas que de tanto tiempo que llevo sin comerlas ya ni se me antojan.

También le entro a alimentos que ni me gustan tanto, ¡si eso dije que horror! 😮 😱 no me encantan y lo hago sólo por el hecho de sentir que estoy rompiendo la dieta con todo.

Es verdaderamente un misterio para mi, y tal vez nunca sepa a ciencia cierta el por qué de este comportamiento, si nos ponemos a analizar llegaremos a la conclusión de que todos los hábitos que tenemos, los fuimos adquiriendo gradualmente.

Poco a poco empezamos a tomarle gusto a cocinar, leer, hacer manualidades, ir al gimnasio, etc. Ninguno de estos hábitos nos habitó (valga la redundancia) de la noche a la mañana.

Entonces ¿Porqué en algunas ocasiones asumimos que con el simple hecho de decir algo se convertirá en una realidad?

 

Tal vez la razón por la que esperamos que sea así es porque se nos olvida que somos seres de costumbres y estas toman mucho tiempo en arraigarse.

Debemos por higiene mental, introducir cualquier cambio de manera gradual para que no se produzca ese shock que nos hace retroceder en lugar de avanzar.

No es la decisión que tomamos, es el giro de 360 grados lo que nos deja exactamente en el mismo lugar en donde estábamos.

Como cuando te proyectas con fuerza, chocas y el impacto es tan fuerte que te lanza justo en la dirección opuesta y aterrizas donde estabas o incluso más atrás del punto donde empezaste.

Por eso la próxima vez que busquemos el cambio tratemos de ser conservadoras, seamos pacientes con nosotras mismas y concedámonos el tiempo necesario para transformarnos.

Si están en la búsqueda de adoptar algún hábito positivo o dejar uno negativo les recomiendo que visiten la página habitualmente y lean, escuchen y se empapen de todos los consejos maravillosos que hay ahí.

 

Ánimo si podemos y nunca es tarde sólo nos falta saber el Know How…😉

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Fotografia: PEXELS
 


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Historias Vida Sana

El nido vacío…no es el fin del mundo.

3 septiembre, 2018
El nido vacio

Parece que fue ayer que las mujeres de mi tribu que elegimos reproducirnos estábamos trayendo al mundo un hijo tras otro.

Era como si poblar la tierra fuera una misión exclusiva de nuestra generación y desayunábamos, comíamos y cenábamos baby stuff.

Pero aunque una no quiera el tiempo vuela y lo que tarde o temprano tenía que pasar pasó.

Tengo dos amigas (c.l. y n.f.) a las que se les vació el nido, sus hijos únicos se casaron, se fueron a vivir lejos y ellas se quedaron como el chinito nomás milando.

¿Qué sigue?…Seguirle. No hay de otra.

Aprender a vivir sin la compañía de los hijos, volver a como estábamos antes de que nacieran, llevar nuestra vida y nuestro día a día como si no nos hubieran acompañado las 24 horas del día los 365 días del año.

Aprender a vivir sin esa constante.

¿Cómo me pregunto yo, cómo hacer algo tan difícil? Yo creo que como aprendemos a hacer todo en esta vida, poco a poco y teniéndonos paciencia.

¿Es normal que los extrañes? ¿Es normal que estés triste? ¿Es normal que sientas ansiedad ante este cambio de vida? ¡CLA.RO!

Claro que es normal, son parte de ti, pero como dice esta frase de Buda que me encanta.

“El cambio no es difícil, lo difícil es la resistencia al cambio”

Pretender evitar lo inevitable desgasta, el estar tristes y extrañando a los hijos todo el tiempo no ayudará a que nos acoplemos más pronto a nuestro recién estrenado estilo de vida.

Y pensando precisamente en este nuevo life style de mis amigas me puse a analizar la situación ¿Qué de bueno podemos sacar de esto?

De no tener a los hijos cerca. De no verlos a diario

Al principio como es normal entramos en negación y no le vemos nada bueno al asunto, pero después analizando las cosas con calma me vinieron a la mente todo eso que no podemos hacer cuando los hijos son muy chicos.

O bien son grandes pero todavía dependen económicamente y viven con nosotros.

Cuando los hijos son el único impedimento para que :

  • Nos desvelemos (ya sea de fiesta, leyendo, etc.).
  • No lleguemos a dormir.
  • Viajemos más frecuentemente. 
  • Estudiemos una carrera nocturna.
  • Gastemos dinero de más en excentricidades o lujos que sólo nos benefician a nosotros.
  • Cambiemos de carro más seguido.
  • No podamos dormir la siesta
  • Pasemos más tiempo con nuestros papás.
  • Pasemos más tiempo con nuestras amigas.
  • No cocinemos a diario.
  • Vayamos de shopping más seguido.👗 👠
  • Le dediquemos mucho tiempo a un hobby. (Mil veces escuché “cuando mis hijos crezcan me la voy a pasar en el gimnasio”)
  • Podamos finalmente deshacernos de esa mascota que nunca nos latió.
  • Tengamos uno, dos, o tres closets vacíos para colgar todas nuestras cosas y ¡por fin! deshacernos de los baúles de la abuelita.
  • Tener cuarto de huéspedes e invitar amigas foráneas.👍🏻
  • Pagar la mitad de agua, luz y gas 👏🏻
  • ¡Traer más dinero en la cartera! (Ay, esta si que como decían los anuncios de Mastercard es priceless )
  • Tardarte menos de una hora en el super (y pagar la mitad por supuesto)
  • Y bueno si le sigo pensando de seguro me vendrán otras tantas cosas a la cabeza, aquí el mensaje que les quiero dar es que veamos lo bueno y no lo malo.

Pensemos que nuestros hijos siempre estarán con nosotras pues nos habitan.

Los llevamos a todas partes guardaditos en nuestro corazón (como dice la canción de Los Claxons) y si no podemos cambiar el hecho de que abandonen el nido al menos veámosle el lado amable. 

Después de todo viéndolo desde otro punto de vista, ellos eran los protagonistas del show y nosotras aunque estábamos sentadas en primera fila y el espectáculo a veces era interactivo, éramos más que todo espectadoras.

Esta es la oportunidad de que los reflectores vuelvan ¡por fin! a estar sobre nosotras 😉. 

 

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Fotografía: PEXELS



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Historias Vida Sana

Apaga la tele, cambia tu vida y logra (¡por fin!) esa meta.

27 agosto, 2018

Hace ya algunos añitos (13) me decidí a correr mi primer maratón y comencé el debido entrenamiento en compañía de mi amiga (n.l) que es una corredora consumada y bajo la tutela de un entrenador.

Lo primero que hacíamos cuando entrenábamos juntas era ponernos rápidamente al corriente en cuanto a nuestro programa y acto seguido “le dábamos a la corredera”.

N. siempre me preguntaba si había corrido las distancias que estaban programadas en mi hoja de entrenamiento a lo que yo invariablemente contestaba:

“No pude, es que no tuve tiempo”.

Después ya trotando empezaba yo a enumerar todas las barras (A.K.A. excusas) que justificaban el hecho de no haber entrenado.

Esas horas de trote alcanzaban para platicar de todo y creo que domingo a domingo mi conversación me delató pues evidentemente si tenía tiempo para hacer de todo menos para correr.

Estaba enganchada con dos o tres series, iba al cine, salía a cenar, checaba el Facebook, etc. y cansada yo creo de escuchar tanta sonsera un día mi amiga me dijo:

“Apaga la tele y apaga la compu para que veas que te va a sobrar tiempo“.

Trece años después sigo esperando un mejor consejo y de estas sabias palabras nació sin querer un hábito que hasta la fecha conservo y le agradezco infinitamente: Veo poco la t.v.

El tiempo que le dedicaba a la tele y a el internet en general, permeo a través de los años a otras áreas de mi vida y tuvo un impacto 100 % positivo.

Ahora soy más diligente y tengo oportunidad de hacer cosas como las siguientes:

  • Hago ejercicio casi todos los días.
  • Tengo tiempo para leer.
  • Tengo tiempo para escribir este blog.
  • Me hago (yo) cada dos semanas pedicure
  • Me pongo una vez a la semana un tratamiento en el pelo.
  • Decido una noche antes lo que me voy a poner y me estreso menos en las mañanas.
  • Y un sin fin de cosas con las cuales no las quiero aburrir y mandar a dormir.

Parecen cosas insignificantes pero el hacerlas o no hace la gran diferencia entre:

  • Llegar presentable al trabajo vs. Aparecerte en la oficina como si vinieras de la sala de parto o de un antro 😂 porque otra vez te desvelaste viendo una película y se te hizo tarde.
  • Tener todo el tiempo las manos, los pies y en general una imagen muy presentable vs. Tener las extremidades como las de un zombie.
  • Tener buena condición física y mantener un peso saludable vs. Traer sobre peso, alta presión, diabetes, ansiedad, insomnio, etc.
  • Estar informada y tener conversaciones más interesantes en una reunión vs. Hablar solamente de novelas. y programas de TV

Te imaginas lo maravilloso que sería si dejando de ver tele en el transcurso de un año terminaras un diplomado, te volvieras experta en photoshop o simplemente alcanzaras una de esas metas que tienes guardadas en el cajón.

Yo sueño con el día en que domine por completo una que otra app.

La mayoría de mis contemporáneas ve mucha T.V., han visto todas las series y películas de Netflix y de ROKU. Algunas amigas mías ven la televisión por la mañana por la tarde y por la noche.  😮😮😳

Ignoro si sienten que la vida real, la de allá afuera ya no tiene nada divertido que ofrecerles, o si de plano ya no les interesa probar nada nuevo.

Si hablamos de las redes sociales es la misma cosa, todo el día es estar enganchada platicando o peleando (en el peor de los casos) en el Facebook, en Twitter o en Instagram.

Yo les confieso que de vez en cuando el vicio me ha vuelto a atrapar y he tenido recaídas de semanas o incluso meses, sobre todo durante el invierno, pero no he vuelto nunca a donde estaba pues ahora se reconocer cuando estoy a punto de que la “caja idiota” me vuelva a atrapar.

Es en este preciso momento vuelvo a tomar medidas extremas y abandono por completo el hábito de ver la televisión. No la prendo ni aunque sea un ratito..

Le saco la vuelta como si fuera un dentista con mal pulso y regreso a el buen camino.

Rápidamente me doy cuenta que mantengo mi closet y mis cosas mucho más ordenadas porque cuento con todo ese tiempo que la T.V. me roba

Pero ahora justo cuando iba a cantar victoria resulta que nos pusieron la tele y la compu en el celular,

Además por si esto fuera poco y la televisión no nos quitara ya suficiente tiempo, surgieron las redes sociales.

Hoy en día la tenemos todos más difícil.

El FB, Twitter, Instagram, Snapchat, WhatsApp y todos los video juegos del mundo ahora nos acompañan a todas partes y nos demandan que les prestemos atención.

Son como ese perrito que anda llorando detrás de nosotros y no se calla hasta que lo cargas.

Las alertas son una constante en nuestras vidas, incluso hay personas que son literalmente incapaces de no checarlas al instante pues en su lista de contactos hay uno o dos que se ofenden si no contestan ipso facto.

En estos dias dejar a alguien en visto es una ofensa que no se equipara con nada.

El pensar la mejor manera de contestar, checar tu agenda para ver si estás libre o simplemente consultar con un tercero son cosas del pasado, hoy toda respuesta debe ser inmediata.

Se acabaron aquellos días en que teníamos que llegar a la casa para contestar correos y checar si nos habían etiquetado en alguna foto del Face.

Ah, cuando lanzaron los smartphones fui la más feliz del mundo y nunca pensé que diría esto pero lo haré:

Aquellos años en que podías apagar la tele y apagar la compu eran:

GOOD OLD TIMES.

Por eso te recomiendo que apagues la tele, apagues la compu, apagues el celular y cambies tu vida…

 

 

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Fotografía: PEXELS



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Vida Sana

Cambia el tafil (xanax, valium) por esta canción

6 agosto, 2018

Dudo que haya alguien en este mundo que no quiera dormir como un bebé… hablando de acciones concretas para reparar el cuerpo y la mente nada, pero nada en este mundo se le compara a una noche de sueño profundo y relajado.

Claro que a estas alturas del partido veo más fácil ganar un Premio Nobel y aunque no padezco de insomnio leo mucho al respecto porque dudo que vaya a ser inmune a este mal tan común entre mis contemporáneas.

El ochenta por ciento (maomeno) de mis amigas padece de insomnio, algunas recientemente han comenzado la difícil tarea de enfrentar esas noches llenas de horas “muertas” que parecen durar una eternidad.

Otras ya tienen años en pie de lucha. Al verlas (y oírlas) me lleno de certidumbre y digo “Es sólo cuestión de tiempo”.

Siempre que me preguntan qué pueden hacer (porque todavía duermo bien) les contesto lo mismo:

“Haz ejercicio para que canses el cuerpo y despejes la mente“. Para ser honesta mis palabras han de sonar más huecas que la cabeza de una Barbie, pues ninguna me hace caso, y en lugar de poner en práctica mi consejo prefieren seguir tomando pastillas para dormir.

Por eso cuando me topé con este artículo mientras navegaba en la web sentí que hallé oro molido, me embargó la felicidad y decidí replicarlo en el blog.

Por fin por fin por fin, ahora cuando me pregunten podré variar un poco el discurso y en lugar de una opción les daré dos yessssss. 😉

Esta canción fue específicamente diseñada por músicos, neurólogos y demás científicos que laboran en MIND LAB INTERNATIONAL (Reino Unido) para bajar los niveles de stress y de ansiedad.

No es ninguna novedad que la música tiene efectos paliativos, recuerdo como si fuera ayer como el demonio de Tasmania se convertía en una seda cuando le tocaban su música preferida. ¿Recuerdan también ustedes esas caricaturas?

Pues esta composición promete hacer lo mismo y lo mejor de todo es que mucha gente ha probado y comprobado que sirve.

No solo para el insomnio, también ayuda a combatir el estrés y los ataques de ansiedad que son cada vez más comunes durante la menopausia.

Con ustedes (Redoble de Tambores please) Weightless de Marconi Union.

Les dejo el LINK y les informo que pueden escucharla en Spotify, YouTube, comprarla en ITunes y descargarla en el celular, etc,etc.

Lo importante aquí es que la tengan a la mano y la escuchen antes de dormir para inducir un estado de relajación profunda y si, si si. Si pueden.

HAGAN EJERCICIO….par favaaaaaaaar.

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Vida Sana

Eat the frog

18 junio, 2018

Hay una frase en inglés que me encanta “Eat the frog” .

Ewwww. . .el imaginarlo me provoca todo tipo de sensaciones y reacciones.

Me gusta, me llega, me escandaliza, me da risa y asco, todo al mismo tiempo, el solo hecho de pensar en comerme una rana, hace que me pique la cabeza y me den ganas de arquear.

Pero si de hablar de desidia se trata no hay una sola que sea tan acertada, cuando hablamos de hacer algo desagradable, que desafortunadamente tenemos que hacer, eat the frog es la frase.

¿Cómo hacer cosas que odiamos hacer?

Supongo que esta frase la inventó un desidioso que estaba harto de si mismo o una persona muy pro activa que vivía con uno.

Todos tenemos ese algo a lo que le sacamos la vuelta, algo que tenemos que hacer, pero no queremos hacer.

Yo odio ir al supermercado y nunca tengo nada en el refrigerador, siempre que pospongo surtir la alacena me arrepiento pues después tengo que estar pidiendo comida a domicilio, no como nada sano, gasto una fortuna en comida preparada y finalmente después de posponerlo unos días siempre termino yendo.

Dejo pasar años antes de ir con el dentista, con el médico de cabecera y le saco la vuelta a tantas cosas que tengo que hacer por mi propio bien.

No entiendo porque nos cuesta decidirnos a hacer algo que sin duda tenemos que hacer, el reconocer que es un deber y que no tenemos opción debería de ser una motivación suficiente. Pero no lo es…

 

Si me pongo a pensar, sé que se me vendrían a la cabeza muchísimas cosas, así rápido puedo pensar en unas cuatro o cinco que odio hacer…

 

1.Hacer ejercicio no aeróbico.

2.Ir al dentista.

3.Renovar la credencial de manejar o cualquier otro trámite que incluya a la burocracia.

4.Pedir disculpas. 

5.Arreglar el cuarto de triques.

 

Ah, tantas cosas que ahí están sentadas esperándonos desde hace un rato y lo peor es que entre más lo pensamos más posponemos lo que sea que tengamos que hacer.

 

Por eso hay cosas que no debemos de poner en consideración porque son un MUST, se deben hacer y punto

¡PARA QUE LE PIENSAS!

Esa era la frase que más usaba mi entrenador(j.l.p), cuando me informaba el programa del día y después me explicaba paso por paso lo que me tocaba hacer, yo me le quedaba viendo y no me movía, él me decía una y otra vez:

“No le pienses tanto, empieza pronto para que acabes pronto”

Así que como yo me considero una experta en dejar las cosas para después, he ido creando un sistema de recompensas que me ayudan a dar ese gran paso cuando de hacer cosas que no quiero hacer se trata.

Si vas a hacer ejercicio regálate una camiseta por cada mes que llevas en el GYM.

Si le sacas la vuelta a ir al dentista lleva música y tómate un té relajante antes de tu cita.

Cuando tengas que hacer algo que no te agrade mucho, ayúdate con algo para que se te haga menos difícil tomar acción, a mi me funciona darme premios como cuando era chiquita, jajaja.

Cuando voy al super me compro algo para mi, aunque sea mi revista GATOPARDO, o me auto regalo cualquier cosilla, pero finalmente estos pequeños motivadores cumplen su función pues logran que queriendo o no, me COMA LA RANA.

Y tú ¿cómo le haces para hacer cosas que odias hacer?

 

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Fotografía: PEXELS

 



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Vida Sana

Sólo quiero 2 cosas: Comer y Adelgazar.

21 mayo, 2018
motivación para bajar de peso

Comer y bajar de peso 😆

¿Tu también?  ¡Bienvenida al club! 🙌🏼 Créanme, esta es la mentalidad que he tenido los últimos 20 años de mi vida, por eso no es ninguna sorpresa que siempre que empiezo una dieta me dure el gusto entre 15 y 40 días.

No importa que tanto me esmere, cada día que pasa me es más difícil conservar el peso que tengo y he tenido durante los últimos años.

Y eso no es lo peor, la mala noticia es que cada vez nos costará más conservar nuestro peso ideal.

La buena noticia es que para bajar de peso hay que preocuparse menos (del peso) y ocuparse más.

Si la “terapia ocupacional” es lo que más me funciona para bajar de peso, estar haciendo algo y mantener la mente y el cuerpo “ocupados” de verdad da resultados.

Déjenme explicar esto más detalladamente.

Con los años el metabolismo se vuelve cada vez más lento, por decirlo de alguna manera, y si a eso le añadimos el stress que nos causa nuestro día a día en general, tenemos la fórmula perfecta para que la báscula no se mueva.

“La relación que existe entre el estrés y la obesidad es mucho mayor de lo que en un principio nos podríamos imaginar. Generalmente, ante una situación comprometida o estresante el cuerpo aumenta la producción de ACTH (corticotropina) y de cortisol, la cual a su vez propicia una mayor liberación de glucosa por parte del hígado (gluconeogénesis) y de ácidos grasos procedentes del tejido adiposo, de este modo contamos con los suficientes sustratos energéticos para hacer frente a dicha situación; una vez resuelta, los niveles volverían a la normalidad. Pero cuando la situación estresante es mantenida en el tiempo se propiciaría una serie de alteraciones que podrían llevarnos de cabeza, en primer lugar, al sobrepeso y luego más tarde a la obesidad, la cual, además tiene la capacidad de retroalimentar dicho estado. Efectivamente, ante una situación de stress los niveles de cortisol segregados suelen ser proporcionales a la cantidad de tejido adiposo que se posea, resultando muy difícil salir de esta espiral una vez alcanzado un cierto sobrepeso, como veremos a continuación”

Fuente.-Nutrientrena.com

Todos sabemos que cuando el cuerpo detecta que estamos pasando por una época de escasez y no le damos alimento, se pone algo así como en modo “neutral” e intenta cumplir sus funciones básicas con muy pocas calorías.

Entonces lo que hay que hacer es comer igual que siempre pero movernos más.

Lo único que necesitas hacer es activarte, para que tu cuerpo queme ese combustible que tiene almacenado en forma de grasa. Yo sé que esto no es nada nuevo por eso no entiendo 

¿¡Por qué nadie lo hace!? 🙄🙄

Casi todas mis amigas prefieren ir de nutrióloga en nutrióloga y empezar una dieta diferente cada semana, pero son pocas (bueno son dos) las que se comprometen a hacer ejercicio mínimo 3 veces por semana.

Cuando la dieta no les funciona dicen esa doctora no ME adelgazó, ¿Qué? ¿En serio? ¿Y cómo se supone que la pobre nutrióloga TE iba a adelgazar?

Por medio de brujería, vudú, telequinesis, telepatía, ondas sonoras, poderes psíquicos, vía satelital, etc… 

¿De qué manera podría ella hacer el trabajo por ti?

Esos discursos que oímos por todas partes como:

“Esa nutrióloga es buenísima”                                                                                                                     

“Esa te da una dieta que te permite comer de todo”                                                                                       

“Esa no te quita los azúcares”…

Etcétera, etcétera nos hacen pensar que la nutrióloga tiene que ser la buena cuando la realidad es todo lo contrario.

Esa verdad (que no queremos ver) es que todas TO.DAS las nutriólogas (y sus dietas) son buenas, aquí el elemento que falta es que tú seas BUENA haciendo la dieta.

Si seguimos dejándole toda la responsabilidad a la nutrióloga seguiremos conservando todos los kilos que nos sobran, así de fácil. 

Además ¡En esta etapa de nuestras vidas ya no sirve sólo dejar de comer! en este momento lo que necesita tu cuerpo es actividad, salir de la zona de comfort y forzar a el organismo a tomar el combustible que esta almacenado en forma de grasa. 

¿No quieres ir al gimnasio? ¡Baila! Pon música disco, salsa, merengue o lo que se te antoje ese día y baila 25 minutos.

Vete a patinar al Parque Fundidora, hay un grupo de señoras que se juntan en las mañanas a patinar e incluso te enseñan si no sabes hacerlo.

¿Te encaaaaaaanta ver la tele toda la tarde? ¿Eres adicta a Netflix? ¡Brinca en los comerciales! con eso tienes para quemar muchísimas calorías.

Cómprate una cuerda y ponte un recordatorio en el celular a la hora que ves la televisión.

Empieza haciendo algo, lo que sea y verás que muy pronto tu cuerpo te va a pedir a gritos que todos los días le des una sacudida a esos músculos que tienes tan olvidados.

Ya verás que en poco tiempo bajarás de peso, tendrás menos ansiedad pero sobre todo tendrás la sensación de haberte quitando años de encima.

Recuerda que es tu cuerpo y si no lo cuidas ¿Quién?

 

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Fotografía: PEXELS

 


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Moda Vida Sana

Pulseras ID entificativas: Un simple brazalete y lo que puede representar.

7 mayo, 2018
Pulseras identificativas

Si rondas mi edad y tienes la fortuna de tener a tus padres seguramente has tenido que cuidar de ellos en más de una ocasión.

Tal vez todavía no necesitan de ti las 24 horas del día pero si ocupan una ayudadita con el super, alguna reparación en casa o simplemente requieren que les conectes la señal de TV que mágicamente se volvió a “desconectar sola”.

Hace poco en una reunión una amiga (c.g) me comentaba que formaremos parte de las primeras generaciones de adultos mayores que cuidarán a su vez a un adulto mayor. Desconozco la fuente y no se si lo oyó o lo leyó pero no lo dudé ni un segundo.

Ni siquiera me lo cuestioné,  yo no tengo que esperar a que pase el tiempo porque para mi ese día ya llegó.

En mi familia esta ya es una realidad, mi hermano mayor (71 años) cuida a mi madre (89 años)  quien vive lejos de mi hermana y de mi; Y creo sinceramente que para allá vamos muchas y tenemos que prepararnos para hacer el “trabajito” lo mejor que se pueda.

sí que buscando ideas navegando por el internet, me topé con algo que nos puede ayudar a cuidar de esas personas a distancia:

Las pulseras que actúan como identificación .

¿Y cuál es la novedad si siempre han existido?

Que estas  pulseras (o collares) con tus datos médicos no te hacen parecer el típico paciente que se acaba de escapar del hospital o el soldado que desertó del ejército. O sea que éstas si se las va querer poner tu mamá  (papá) y no terminarán arrumbadas en un cajón.

Todas. TO.DAS. están padrísimas, hay ultra femeninas, clásicas, contempo, hippies, boho, rígidas, sueltas, elásticas, intercambiables, etc.

YOU NAME IT….esta página tiene la que andas buscando.  Yo tengo una (horrenda) desde hace años. Me la mandé hacer cuando corría distancias largas y una amiga (n.l.) me recomendó traer una puesta todo el tiempo.

Así en caso de que te sientas mal, te desmayes o en el peor de los casos te atropellen sabrán a quién llamar y mínimo qué tipo de sangre tienes.

Esa pulsera esta guardada desde hace más de 8 años pues esos días en los que yo corría 20 o 30 kilómetros ya quedaron en el pasado. Además no la podría usar más que para hacer ejercicio, es gruesa, de un color ultra fosforescente, tiene velcro y jamás la traería a diario.

Sería absurdo pensar en llevarla a una cena o a un evento formal porque resaltaría más que un nerd en un concierto de heavy metal.

Pero actualmente, algunas de las que pasamos de los cincuenta tenemos otras condiciones y no sobra que traigamos una pulsera que diga que somos alérgicas a la penicilina o que padecemos alguna otra enfermedad crónica.

Pulseras identificativas ultra chic

Además es un regalo excelente para este día de las madres.

Si cuentas con la gran fortuna de tener abuelitas (os) este es un MUST también, pues algunas ya muestran rasgos de demencia senil.

Claro que esto se le ocurrió a alguien que necesitaba una con vehemencia y supongo que nunca halló una que le gustara.

Todas las que existían en mis tiempos eran sólo una placa de aluminio (con tus datos grabados) montada en una banda con colores chillantes.

No me imagino a nadie llegando con eso encima a una merienda, un baby shower, a una despedida de soltera o a una boda.

Estas pulseras las tuvo que inventar una persona que depende de ellas literalmente para sobrevivir y tanta es su creatividad que diseñó una linea completa de joyería (no sólo brazaletes) para las personas que sufren de enfermedades crónicas.

Les dejo el link de la página que se llama Lauren’s Hope y también otros dos aquí y aquí,  para que se echen una vuelta (qué maravilla es ir de compras sin moverse de la silla) y comprueben lo que les acabo de decir.

No olviden pasar este post más adelante si tienen un familiar o amigo que tenga una enfermedad crónica, alzheimer, epilepsia o una alergia severa a algún alimento o medicamento.

Un dato de información por mínimo que sea, si se da a tiempo puede salvar vidas.

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Belleza Vida Sana

La cirugía plástica, el famoso “no me hice nada” y la verdad que salta a la vista.

5 marzo, 2018

Leyendo el post de un blog padrísimo que sigo ( cincuentayque ) me cayó el veinte y reconocí que tengo una que otra amiga que se ha dado una “manita de gato” en la cara (o en el cuerpo) e insiste en decir que no se ha hecho nada.

El cambio es tan evidente (¡y yo todavía veo muy bien!) que no estoy preguntando si se hicieron algo, lo que quiero saber es:

¿Qué se hicieron?

Sin embargo pareciera que quieren que el procedimiento, cirugía, relleno, botox, hilos tensores, planchado, reducción de la papada, peeling, microdermoabrasión, lipo, *llene usted el espacio en blanco * pase desapercibido.

Insisten en cambiar y al mismo tiempo quieren que la gente no note el cambio.

¿Para qué hacerse cirugía estética si te quieres ver igual? para mi este comportamiento es tan confuso, que no le hallo ni pies ni cabeza 🤔

Buscándole lógica a esto de vez en cuando me pongo en el lugar de mis amigas, entablo un diálogo interno que siempre empieza bien y termina mal jajaja, la cosa suena más o menos así:

 

hipotética amiga número uno

“Me quiero poner implantes de mama porque tengo poco, nada o lo que tengo me llega a la cintura”.-

“Pero cuando aparezca en una reunión con mis nuevas amigas (my new ultra shine bubis) quiero que nadie se de cuenta”.-

“O quiero que se den cuenta pero hagan como que no”.-

“O mejor dicho, si quiero que se den cuenta pero que no pregunten”.-

“¿Y si preguntan?”.- “Si preguntan pues diré que no me hice nada y punto”.- 😳 😮

 

hipotética amiga número dos.

“Me quiero dar una restiradita en la cara porque ya estoy muy colgada”.-

“Pero cuando haga mi entrada triunfal a una fiesta y vean que mágicamente me desaparecieron los párpados caídos, las bolsas bajo los ojos y el paréntesis gigante que tenía en ambos lados de la boca ¿qué diré?”.-

“Ya sé diré que me estoy poniendo una crema buenísima que me hizo efecto de la noche a la mañana y que no recuerdo ni cómo se llama ni dónde la compré”🙄.-

Ay no ¿En serio? ¿De verdad? ¿Really? Señoras...Ya no tenemos edad para esas cosas. SU-PE-REN-LO.

UNO. Nadie nos cree el discurso. DOS. Quedamos como la persona más desaterrizada del mundo mundial como dice mi amiga (f.a)

De verdad que si tuviera tiempo y dinero de sobra haría o pagaría a esos expertos en comportamiento humano para que llevaran a cabo un estudio que nos revelara el por qué de esta forma de actuar.

¿Por qué nos da pena decir que fuimos con el cirujano plástico?

Si es de lo más normal que de vez en cuando vayamos con el ginecólogo, gastroenterólogo, podólogo, etc. Todo en esta vida necesita mantenimiento, TO-DO.

Las cosas, las personas e incluso conceptos intangibles como el amor y la amistad necesitan su aceitada regularmente, si no lo hacemos nos arriesgamos a perder su funcionalidad.

¿Qué tiene de malo querer verse bien? ¿Querer verse joven?

¿Será que pensamos en automático que la gente nos va a juzgar? o tal vez pensamos que nos van a criticar por ser tan superfluas.

Y si así fuera, si de verdad la gente nos juzgara de superfluas, vanidosas, etc ¿Importa?

Lo que de verdad importa es que estemos conformes con eso que somos, con lo que hemos venido construyendo desde hace años.

Y si, puede ser que seamos un poco vanidosas pero también somos muchas otras cosas más y esas también saltan a la vista…

 

 

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Fotografía: PEXELS



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Historias Vida Sana

¿Pasas de los cuarenta y cinco? Ya es hora de que gastes en esto.

26 febrero, 2018

Todavía no me he dado el tiempo necesario para ponerme a pensar por qué nos cuesta tanto gastar el dinero en nosotras mismas.

Yo nunca dudo en comprar cosas aun cuando muchas de ellas no las necesito.

Basta con que alguien me muestre un catálogo para que yo escoja (queriendo o no) algo y lo compre, sin embargo hablando de gastar el dinero en uno mismo también hay cosas que son imprescindibles y otras que no lo son tanto.

Además ya llegamos a una edad en las que por ejemplo, la salud y la paz interior deben de convertirse en una prioridad.

En este post te comparto 5 cosas en las que nos conviene “soltar la lana” en nuestra persona, estos rubros son una inversión a largo plazo, no los deberíamos de ver como un gasto NUNCA, así que (redoble de tambores)

Las 5 cosas en las que conviene invertir si pasas de los cuarenta y cinco.

 

Conocimiento. Por ahí hay una frase que dice el conocimiento es poder. Nunca te vas a arrepentir de gastar en aprender, porque es precisamente la educación la que nos permite tener una mejor calidad de vida en todos los sentidos.

Salud. Más vale prevenir que lamentar. No conozco a nadie que quiera vivir enfermo, sin embargo conozco a mucha gente que no cuida su salud y lo que es peor atentan contra ella, tomando o fumando en exceso. Esta etapa es la ideal, pues como ya lo he dicho antes, los hijos ya crecieron y tenemos más tiempo para dedicarlo a cuidar de nosotras mismas. Nunca te vas a arrepentir de gozar de buena salud.

Metas personales. Esta es una inversión que a veces no cuesta dinero en efectivo pero que puede costar esfuerzo a nivel personal. Fijarte metas constantemente te mantiene enfocado en perseguir un bien ya sea a corto, mediano o largo plazo, pero sobre todo te aleja del aburrimiento y la rutina.

A mi me gusta ponerme metas a corto plazo, para ser exactas 30 días.

Hago retos de ejercicio y aunque rara vez los cumplo (me da pena confesarlo) me sirven mucho para estar siempre buscando la mejora continua.

He comenzado retos de yoga, abdominales, aprender idiomas, mejorar mi técnica de lectura, etc.

El internet esta lleno de estos retos, busca algo que te llame la atención y prueba a ver si eres capaz de terminarlo.

Estilo de vida sano. Esta es otra inversión que siempre te dejará buenos rendimientos. Comer bien, dormir un mínimo de 8 horas diarias, no consumir alcohol, drogas, medicamentos controlados,hacer ejercicio, etc.

No tardarás mucho en ver los frutos de llevar este estilo de vida, prueba sólo unas semanas y verás.

Higiene mental. Quién no quisiera parecerse tantito aunque sea un 1% al Dalai Lama y estar siempre con esa sonrisa y esa paz interior. Todos necesitamos tener una mente sana para poder funcionar, es algo así como darnos mantenimiento por dentro para evitar sacar al pokemón que todos llevamos dentro.

Recordemos que nosotras somos el proyecto más importante de nuestras vidas, nosotros y nadie más.

La próxima vez que vayas a gastar en algo externo, recuerda que la mejor inversión eres tú.

 

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Fotografía: PEXELS



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