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¿Qué Leo?

Mujeres del alma mía

17 mayo, 2021

No sé cómo le hace Isabel Allende para escribir de tal manera que sientes que te está hablando a ti y sólo a ti, y es por eso que me encanta leerla.

Y fue así que como toda fan, corrí a comprar su último libro que se titula mujeres del alma mía y como casi todos los que ha escrito, no me quedó a deber nada, (hay algunos que no me enamoraron).

Mujeres del alma mía de Isabel Allende es un libro tan personal y al mismo tiempo genérico, porque cualquiera podría (y debería) hacer un homenaje a las mujeres que la han marcado de manera positiva, y escribir un libro sobre ellas.

Aclaro que no cualquiera podría escribir es prosa tan deliciosa que escribe Isabel Allende, pero de que todas tenemos el deber moral de agradecer a quien nos ha hecho crecer, lo tenemos.

Ahora, que lo hagamos, es otra cosa mariposa.

Pero bueno, volviendo al libro…

Me encantó como poco a poco y remontándose a su juventud va integrando en relato, en orden cronológico el como y el cuando van apareciendo esas mujeres, su relación con cada una, la manera en la que influenciaron y fueron parte importante de su vida, incluyendo por supuesto su carrera profesional.

Por estas páginas desfilan su madre, abuela, hija, compañeras de trabajo, amigas, vecinas, mucama, etc; Todas tienen su lugar y a todas les reconoce el haberla ayudado a ser la que hoy es…

Si eres una feminista consumada (como yo) no debes de perderte este libro, porque de verdad es una exquisitez que vas a disfrutar de principio a fin, puedes encontrarlo AQUÍ  y  AQUÍ

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Historias Vida Sana

Lo padre sería que en vez de aceptarte, te quisieras.

26 abril, 2021

Cada vez que alguien me dice acéptate como eres, acepta que así son las cosas, acepta tu realidad, acepta esto, acepta lotro, siento como si me dijeran resígnate, aguántate, agacha la cabeza.

De hecho, si buscas algunos sinónimos del término aceptar hallarás las palabras : obligar, asumir, reconocer y encajar encajar encajar…(pongan aquí el sonido de un eco)

Y precisamente por eso, cuando se habla de mejora personal, la palabra aceptar no me termina de convencer, pues siempre me ha sonado como a “resígnate a vivir con lo que te desagrada de ti”.

Quererte, por otro lado, es algo diametralmente opuesto, quererse es sentirte suertuda de ser quien eres, es sinónimo de caerse bien, gustarse, estar contenta contigo misma y por eso que cuando una amiga me dice:

“Esto es algo que ya acepté de mi” prefiero recomendarle que le siga terqueando a estar donde quiere y no donde puede, a seguir luchando por ser la que quiere ser, porque cambiar lo que no nos gusta de nosotras no tiene nada de malo.

¿Por qué vemos con malos ojos a la que a esta edad quiere dejar un mal hábito? Mientras haya vida, hay oportunidad de cambiar una conducta nociva, una mala decisión, una mala compañía…

Por otro lado quitarnos un mala costumbre, siempre será un gran triunfo… lo logremos a la edad que lo logremos.

Y es que nadie pone en duda que salir de la zona de confort sea algo que cuesta trabajo, pero ¿Por qué aceptarte como la mujer que odia hacer ejercicio para luego renegar de tu sobrepeso?

No sería más gratificante hacerle la lucha a bailar (o patinar) todos los días y estar enamorada de tu figura.

No te iría mejor si te haces a la idea, de que crecer es parte de tu condición humana y no importa cuántos años tengas, siempre vas a querer estar mejor que el día de ayer.

Porque la mejora continua es parte de la evolución y mientras vivas sentirás el deseo de ir hacia adelante o de lo contrario comenzarás a ir pa’trás.

Y a pesar de que es algo natural, pienso que las mujeres de mi generación vemos con muy malos ojos eso, porque nuestros papás estudiaron en la escuela del Santo y nunca aceptaban que estaban mal.

Eran mitad hombres mitad dioses que jamás la regaban, no tenían malos hábitos, y nunca tomaban malas decisiones; por consiguiente, nos enseñaron a pensar igual.

Como es de esperar y nadie puede dar lo que no tiene, a muchas nunca nos enseñaron que el primer paso para mejorar, es aceptar que algo estamos haciendo mal.

Por eso en aquellos años se usaba mucho el “yo así soy” , “el que me quiera, que me quiera así” o “ese es mi carácter porque así nací” punto.

Aceptar que uno estaba mal y aparte admitir que seguirían igual, era un orgullo, pues decir que uno se había equivocado era mostrar vulnerabilidad y eso era motivo de vergüenza.

Pero gracias al cielo, hoy hemos aprendido que muchas conductas destructivas se pueden cambiar por medio de la modificación de hábitos, terapia, psicoterapia, etc;

Y algunas estamos dispuestas a invertirle tiempo y dinero a eso de dejar los malos hábitos, para no aceptarnos y mejor querernos, porque aceptar algo que no me gusta de mi, no me ayuda a crecer, a mejorar, pero sobre todo me convierte en una infeliz.

Claro que habrá situaciones insalvables, como el color de los ojos o la estatura, pero si puedo cambiar lo que me disgusta, tengo la obligación moral de hacerlo.

¿Porque aceptar que soy desordenada y vivir echando pestes? Amargándome la vida y amargando la de los demás, cuando poco a poco me puedo convertir en una mujer más ordenada, hasta llegar a el punto en que ese orden me traiga paz y tranquilidad.

¿Porque empezar el día a las carreras y de genio? si poco a poco puedo acostumbrarme a levantarme una hora más temprano y gozar de mañanas que despidan tranquilidad.

¡Me lo merezco!

Merezco ser la versión corregida y aumentada de mi misma; A estas alturas no te conformes con seguir siendo el primer borrador .

No hay nada de malo con reconocer que estamos mal y buscar la manera de cambiar, porque para eso vinimos a este mundo, para aprender de nuestros errores y mejorar durante el proceso.

A eso se le llama evolución y con los años hay que ir evolucionando porque si no lo hacemos, corremos el riesgo de empezar a involucionar.

Si, así es…aunque no me lo creas, si no te preocupas por mejorar, en menos de lo que canta un gallo, vas a empeorar.

Irás viendo como los buenos hábitos que tenías van muriendo, para ser remplazados por otros no tan buenos.

Poco a poco y si te dejas, empezarás a hablar en pasado de todo esos hábitos que tenías y te hacían muy bien, yo en cada reunión que voy me topo con esa realidad.

Tengo muchas amigas que se la pasan diciendo “antes me encantaba salir a caminar”, “antes me gustaba mucho leer” o “hace años que no voy a la clase de yoga”.

Y eso pasa, porque la zona de confort es como una hiedra venenosa, que hay que recortar todos los días para que no nos asfixie, pues si la dejamos crecer ya valimos.

Así que ponte las pilas para que a ti no te pase, arranca de tajo todo lo que sientas que te aprisiona y no te deja mover libremente, porque todavía hay mucha vida y muchas cosas en las que puedes mejorar.

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Historias Moda

Tienes que estrenar menos y repetir más. Atte. Tu Pachamama

19 abril, 2021

Últimamente me he clavado mucho en un fenómeno que hoy se da y que yo creo que nació junto con la llamada fast fashion.

Nomás pérame tantito, porque antes de seguir adelante, me voy a regresar un segundito, a los años ochenta.

Cuando yo estaba en la secu / prepa, y me compraban algo nuevo, batallaban para quitármelo…no sé como explicarlo, siento como que esa prenda, duraba siendo mi favorita mucho tiempo.

Recuerdo de dos o tres ocasiones en que mis amigas me tuvieron que decir: Oye yaqui ¿no?…que en aquel entonces era sinónimo de decir ya quítatelo…jajajaja 😂 .

Y es que hoy que lo pienso, creo que era debido a que no te compraban ropa tan seguido, entonces, las cosas nuevas las “estrenabas” varias veces y te emocionaban por más tiempo.

Ihora sí, volviendo al dos mil veintiuno y al tema de este post…

No sé si tú también ya te diste cuenta, que hoy, las prendas vuelan de los racks, pero poco tiempo después no se las ves a nadie.

Obvio que no me sorprende que vuelen, porque los precios son muy tentadores, lo que me extraña es que el amor por la ropa dura muy poco.

Porque primero puedes pensar: “Okay, las cosas son muy chafas y no duran más que una puesta”, pero no es así, porque he comprobado que algunas son de buena calidad.

También podrías pensar: “Pasan muy pronto de moda y por eso ya nadie las pela”.

Pero tampoco, porque caro o barato, un blazer negro o un suéter beige de cuello ruso es atemporal.

Y así, teoría tras teoría, seguí comiéndome el seso hasta que llegué a una conclusión.

Pero antes que te la diga, déjame te cuento que toda esta boruca mental, salió de una simple sudadera que compré en HM.

Esta susodicha sudadera de HM voló de las tiendas en cuanto llegó y todo mundo la estrenó estrenamos ese invierno.

Fast Forward ⏩ un año después llega de nuevo el tiempo de frío y ¡oh surprise! (como decía mi mamá) no se la veo a nadie puesta.

Pasaron otros años más y nunca la volví a ver.

La sudadera desapareció de la faz de la tierra, nunca existió, fue un producto de mi imaginación, porque nadie de los nadies la quiere usar.

Y pues dándole vueltas al asunto llegué a la conclusión, de que todas las que la compraron, la guardaron en el baúl de los recuerdos, porque la consideran pasada de moda.

Y si, estoy de acuerdo en que ya no sea el HIT del momento, pero…¿Neta?

¿Vas a dejar de ponértela estando prácticamente nueva?

O me equivoco al decir que en un invierno regiomontano a lo mucho la usaste seis veces.

No la verdad no creo equivocarme, lo que si creo es que la cosa va por otro laredo y esa es que …

La razón por la cual ya no la usas es porque tienes muchísimas cosas nuevas que necesitas estrenar.

EXACTO, eso es…¡ya me cayó el veinte ! 😮 …las tiendas se merecen un gran aplauso 👏🏻 porque:

Los precios bajos tienen la finalidad de crear una adicción a estrenar y no a comprar.

De este modo regresarás a la tienda una y otra vez así tengas en el closet mil cosas con una sola puesta, semi-nuevas o incluso nuevas.

Y así seguiremos, regalando cosas con la etiqueta puesta porque las compramos por hábito y no por necesidad.

Continuaremos contaminando y poniendo nuestro granito de arena, para que cada día que pasa nuestra madre tierra este más enferma.

Así que si tú eres una de las que compraron la susodicha sudadera, úsala, porque recuerda que el planeta necesita de tu ayuda.

Ve nomás que lección nos está dando el covid, es como cuando te castigaba tu mamá y se acababan los permisos para andar en la calle.

Así que ánimo, vamos a repetir más y estrenar menos .

Les dejo el link de la iniciativa de Fashion Revolution y recuerda…

No necesitas hacer grandes cambios, con usar mínimo treinta veces cada cosa que compres, basta.

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Foto de Anna Shvets en Pexels



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Belleza Historias

Las de pelo chino¿nacimos en el país equivocado?

8 marzo, 2021

Siempre pensé que sólo hay una cosa peor que tener el pelo chino y esa era tenerlo chino y oscuro, por eso pasé más de cuarenta años planchándomelo.

Me daban escalofríos nomás de imaginar que mibaver como la nana Fine y es que por mucho que yo amé el personaje de Fran, su pelo me parecía espantoso.

Por otro lado, la idea de tenerlo rizado y rubio, no me disgustaba para nada; Pero gracias a los sentimientos encontrados, nunca me sentí yo cuando anduve de güera.

Dos veces lo intenté y dos veces me arrepentí de haberlo hecho.

Así que por este motivo, y desde que tengo uso de razón, sentí que no tenía más opción, que seguir odiando mi pelo a más no poder.

Poco a poco y sin darme cuenta, me convencí de que era horroroso, y les confieso, que es lo único que me ha hecho conocer lo que es la envidia…

Recuerdo que tan pronto salía de mi cuarto rumbo al baño, mi mamá me decía… “recógete esas greñas que pareces la madre del aire”…

Yo (le hacía caras), me hacía un chongo y con el tiempo la cola de caballo se volvió parte de mi persona, pues un pelo desobediente se domestica con gel y ligas.

Siempre fui a la escuela con el pelo recogido y cuando crecí y entré en la edad de la vanidad, si quería traerlo suelto, ibal salón a peinármelo.

Como toda borrega, crecí siendo una china más, que anhelaba ser lisa, y veía con una mezcla de horror e incredulidad 😳 a las lacias que se hacían base.

Y no es que el pelo chino me chocara, lo que se me hacía injusto era no tener la combinación perfecta, porque en mi mente obtusa, habían dos tipos de pelo hermoso.

El lacio oscuro o el rubio rizado.

Para mi no había más…los estereotipos de mi época, así lo dictaban, las chinas no eran bonitas y punto.

Y supongo que ya se dieron cuenta que en estos treinta años la cosa no ha cambiado mucho, ya que tengo amigas que siguen alaciándose el pelo.

Le entran con todo a los químicos pues les chocan sus chinos.

Gastan fortunas en la keratina, el chocolate y el mucota para ser lacias a como dé lugar.

Lo hacen porque para ellas, el pelo chino se ve desarreglado, despeinado, en pocas palabras dejado… y las entiendo, porque yo por años pensé así.

Hasta que un buen día las novelas turcas llegaron a mi vida y obraron el milagro de quitarme la venda de los ojos.

¡Gracias Netflix! porque tu me presentaste a todas esas actrices que son preciosas, aun teniendo el cabello negro, chino y abundante.

Todas ellas tienen ese pelo tan feo que se les ve increíblemente hermoso.

¿Cómo le hicieron? ¿Cómo lograron lo imposible?

Estas novelas fueron la epifanía que borró mi creencia de años, en menos de un segundo.

Ah, pobrecita de mi, de pronto me sentí más chiquita que la niña de la margarina primavera.

Y me sentí chiquita de la vergüenza, porque me di cuenta de lo errada que estuve todos estos años, creyendo que hay bellezas sólo de un tipo.

La hermosura genética de las turcas se exhibe al natural, sin ponerle o quitarle nada, porque nada necesita.

Tienen el pelo negro y no lo quieren güero; Tienen el pelo chino y no lo quieren liso.

Aleluya, Aleluya. Ellas demuestran que las mujeres de pelo negro y chino son hermosas, tanto o más que cualquier otra.

Gracias al cielo su concepto de belleza no es tan obtuso como el mío jajaja

Por eso llegué a la conclusión de que tal vez yo debí de haber sido turca 😆 , así desde chiquita me hubieran hecho sentir que mi pelo era hermoso ❤️, o al menos común y corriente.

Todas mis amigas del colegio hubieran tenido el pelo igual al mío, y nos hubiéramos dado consejos de cómo peinarlo para traerlo suelto.

Entonces tal vez jamás lo habría odiado y nunca hubiera sentido envidia de mis amigas que tienen el pelo liso.

Pero equis, eso ya no importa, porque nunca es tarde para crecer, mejorar, pero sobre todo quererse.

Yo por lo pronto hace tiempo dejé de alaciarme el pelo, porque los calores de la menopausia me volvieron intolerante a la secadora y la plancha.

Y así, al verme obligada a buscar peinado y corte que me permitiera traerlo al natural, descubrí que no lo tengo tan feo…

El concepto de feo vivía en mi mente y ahora que ya lo corrí, de la noche a la mañana, el pelo se me puso bonito.

Ay no seas así, y cuenta si tú también eres una china de closet

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Look Del Día Moda

Yompa de mi vida y de mi amor.

4 enero, 2021

Hace unos años leí un artículo que decía, que todas las personas mayores de cincuenta y tres, deberían decirle adiós a los jeans.

Ya imaginarás que casi me da un infarto y tuve que leer varias veces el encabezado porque yo ¡Amo mi ropa de mezclilla! y la verdad…no me imaginaba yendo al closet a sacarla y tirarla toda.

Y aunque entiendo que la razón que daban es que a nuestra edad algunas cosas se ven más mal que bien, (gracias, ya me di cuenta) a mi la mezclilla no dejará de gustarme nunca.

Obviamente con mucha delicadeza te recomendaban que no los usaras por tu propio bien…para evitarte frustraciones y desencantos.

El artículo alegaban que como son un producto hecho para el público juvenil, a las mayores de cincuenta nos llevaría mucho tiempo encontrar el par perfecto.

Pero por más triste que parezca, me da gusto haber leído eso, porque gracias a ese post y en señal de protesta, empecé yo a escribir este blog en enero de dos mil diecisiete.

Y como andaba yo acordándome del cumpleaños del blog y de ese artículo (que fue de mis primeros), decidí OTRA VEZ copiarme un look con mezclilla.

Elegí rebelarme contra el orden establecido, porque para ser franca, del artículo tomé lo que me sirvió y lo demás lo dejé ahí donde lo encontré.

Gracias a esa info. ahora cuando necesito jeans, sólo busco en el internet cuáles son los mejores para las mayores de cincuenta, me documento y arreglado matamoros.

Ya me di cuenta que amo y amaré la mezclilla hasta el día que me muera, y en este post te muestro un outfit con mi yompa de mi vida y de mi amor.

Y si caíste en el error e hiciste lo mismo que hicieron muchas amigas mías que regalaron la suya porque ya no tenían edad para usarla, aquí te dejo unos para que te la vuelvas a comprar (aquí) y (aquí).

Con estas fotos te quiero probar que ni la mezclilla ni ninguna otra tela tiene edad, la edad la tenemos nosotros y hacemos con ella lo que queramos.

Por eso mismo, échale ganas a esto de verte bien, porque de verdad que arreglarse levanta el ánimo y lo más importante es, que todo se te ve de maravilla si tú te sientes de maravilla.

Te mando un abrazo apretado apretado apretado y te deseo un muy feliz dos mil veintiuno.

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Look Del Día Moda

Ya es hora de sacar las pieles exóticas.

21 diciembre, 2020

Una vez que se dejaba venir el frío, mi difunta madre siempre decía “ya es hora de sacar el tigre del congelador.”

Como en su época las pieles exóticas eran símbolo de riqueza, le hacía mucha gracia hacerse esa broma, porque en realidad ella nunca tuvo una.

Su amigas ricachonas, las guardaban en unos refrigeradores especiales y pagaban algo así como una mensualidad, por dejarlas ahí todo el año.

Y obvio, cuando llegaba el invierno iban y sacaban sus pieles del congelador.

Y ya sé que ustedes se estarán preguntando a qué viene todo esto, pero ahora que empezó el frío, yo si saqué mi leopardo de mentiras…y me copié un look que vi en Pinterest.

Porque créanlo o no sigo de copiona, y sin ganas de echarle ganas a esto de la moda.

La pandemia y el encierro me han pegado duro, como a el resto de los mortales y les confieso aquí entre nos, que hay días en que no quiero ni bañarme.

Así que ya se podrán imaginar las ganas que traigo de probarme ropa o pasarme las tardes ideando looks .

Es por eso que aprovechando que toqué el tema, les aviso que seguiré de copiona hasta nuevo aviso, hasta que el cuerpo aguante o hasta que aguanten ustedes.

Cualquiera de las tres cosas que pase primero.

Y es que hasta copiarse un outfit tiene su chiste, porque mínimo, hay que hallar en el closet dos de tres cosas, si no no sale.

La otra opción es comprar y la verdad eso ya le quita la gracia a esto de los blogs de moda, porque si te sobra el dinero las ideas vienen sobrando.

Si hay harta lana, con ir de tiendas y comprarte todo lo que hay en el aparador basta.

Para todas las que no entramos en esa categoría, están los blogs de ideas de moda, porque yo tengo que hacer uso de la inventiva y jugar a no hartarme con lo que tengo.

Así que sin más que contarles les dejo el look que me copié, con cosas que tienen años en mi closet, si no me creen chequen mi Instagram.

Aclaro que no me puse cinto porque sigo buscando la cintura que perdí en los noventas jajaja y no quería parecer la copia de Santa Claus

Y bueeeeno sólo queda pedirles que saquen ese vestido y esas botas negras que tienen en su closet y le echen encima cualquier abrigo que contraste… ahora que si ya se les antojo el leopardo chequen aquí y aquí

Un pelazzzzo, aretes, lente oscuro y ¡listo! a parar el tráfico señoras, porque que la ropa no tiene edad, la edad y todo lo que te cuentas lo inventas tú.

Les mando un abrazo como siempre, y prometo volver con otro post de moda tan pronto como pueda.

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Moda

El color que vuelve irresistible a cualquiera.

9 diciembre, 2020

No sé si te paso igual que a mi y también tú te “casaste” con un color cuando eras jovencita…

Yo tengo que aceptar que me matrimonié con el negro y aunque no recuerdo por qué, pasé mis años mozos disfrazándome de cuervo.

Supongo que compré el discurso de que estiliza la figura, pero me la creí de más y aunque no dudo que disimule un kilo o dos, de ahí a que adelgace hay una abismo.

Pero bueno, ahora que ya pasó el tiempo y me doy cuenta de lo mucho que me perdí al no aprovechar los colores del arco iris, a la hora de vestirme, siento penita por mi.

Hoy ando buscando recuperar el tiempo perdido y siendo tan pendular como cualquier otro ser humano ahora (casi) no compro ropa negra

Puedo estar frente algo que me encante pero si es negro le pienso, porque ya tuve mucha cosas, tengo muchas cosas, me harté del negro y porque dicen las fashionistas que a “estas alturas” hay que sacarle la vuelta a los colores obscuros.

Pero en fin, volviendo al post, casi todo lo nuevo que tengo es de colores brillantes, lo negro por lo general tiene años conmigo.

Y por esto en este artículo les quiero vender el color rojo, últimamente lo traigo de moda por brillante y vibrante, porque es un auténtico levanta muertos y aparte combina con todo.

Le queda al beige, blanco, azul, verde, rosa, morado, negro, café, etc,etc.

También le queda bien a las blancas, a las morenas, a las amarillas como yo y prácticamente no hay complexión que desmerite con el rojo.

Aquí les dejo estas fotos de éstas bellezas cuarentonas y cincuentonas con este color que todavía muchas consideran exclusivo de la chamacada.

Aquí tienen a una blanca leche, a una amarilla como yogas y a una morenaza de fuego…para que no me crean y más bien vean con sus propios ojos, que no les miento.

Tengo tantas amigas que lo tienen satanizado por llamativo, y me dicen así tal cual “Yo le saco la vuelta por escandaloso”.

Ladieeeeeeeees lo que nos debería escandalizar es andar de un mismo color toda la vida

Eso si es un escándalo…

Anímense, si todo el tiempo le han hecho el feo, empiecen con una pañoleta, piérdanle el miedo, ya van a ver que agarrando vuelo no habrá quien las pare, así que comparte este post en tu FB para que tus amigas se animen también.

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Belleza

Así se ven las cincuenton@s hoy en día.

26 octubre, 2020

Ahora que estamos estrenando década me puse a pensar que no hace mucho, todas las personas que habían nacido en los 70`s eran para mi unos bebés…

Todas mis amigas me parecían tener un edad “normal” mientras hubieran nacido en los 60`s como yo, pero si ya habían brincado la década se me hacia que no iban a crecer nunca…

Esas eran para mi las niñas “chiquitas” que se juntaban conmigo en la escuela y en la cuadra, y pensaba que así de chiquitas se iban a quedar para siempre.

Obvio que ahora que los años pasaron caí en la cuenta de que esas bebés ya tienen cincuenta años…y viéndolo bien para mi, se siguen viendo muy muy bien.

Gabrielle Anwar

Esa frase que anda rondando desde hace tiempo que reza que los cincuentas son los nuevos cuarentas, cada vez tiene más sentido y es que parece increíble, pero la gente cada vez envejece mejor.

No compran esa idea de que con la edad tienen que llegar a fuerza los achaques, la dejadez y la decrepitud y siguen teniendo una actitud jovial ante la vida.

El culto al cuerpo que empezó en los noventas llegó para quedarse y muchas personalidades que eran unas polluelas en aquella década siguen luciendo increíbles.

Hoy en día las cincuentonas queremos empezar la segunda parte de nuestra vida y no sentimos que ya venimos de bajada como las señoras maduras de antes.

Jennifer Connelly

Tenemos la convicción de que vamos empezando la segunda vuelta, que es tiempo de dejar de preocuparse por los demás y empezar a ocuparnos de nosotras.

Nos hemos dado cuenta de que la vida es una montaña rusa y por lo mismo cada bajada tiene una subida, siempre siempre siempre, y hasta que se acabe el ride.

Tratamos de hallarle el lado bueno al nuevo orden y en lugar de estar quejándonos de soledad, disfrutamos de la nueva independencia física y económica.

Viajamos, hacemos ejercicio, estudiamos, trabajamos en nosotras mismas y le ponemos más atención al bienestar físico y mental.

Las cincuentona de hoy ya no se pasa la tarde saludando vecinos desde la cerca de su casa o viviendo amores ajenos por medio de la telenovela.

Hoy esa misma mujer ha evolucionado, está siempre buscando mejorar para sentirse de veinte por dentro y verse de cuarenta por fuera.

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Belleza Vida Sana

¿Manchas en la piel? ¿Es la edad o son las hormonas?

14 septiembre, 2020

Tengo muchas amigas que nunca van con un dermatólogo porque “cobran muy caro”, pero siempre compran cremas carísimas para la cara.

Se la pasan probando una marca tras otra, y no se ponen a pensar, que muy probablemente están tirando el dinero.

Porque para empezar primero hay que saber qué es lo que su necesita la piel.

Y es que para mi esto es el equivalente de jugar a ponle la cola al burro o ponle la crema a la cara, hablando de las manchas en la piel.

Es tratar de pegarle a la piñata sin hacer trampa, porque algún día le vas atinar, pero sin duda será después de mucho.

Porque ya sea por el tipo de piel, la edad o las hormonas, todas tenemos necesidades diferentes y una crema maravillosa para mi, puede ser lo peor para ti.

Aparte de que ir a comprar cualquier crema cuando tienes manchas en la piel es como auto medicarse, sólo que un poco menos peligroso, porque el medicamento es untado.

En el peor de los casos no te hará ni bien ni mal, pero ¿Que necesidad hay de experimentar habiendo doctores que se especializan en eso?

Estamos rodeadas de profesionales en la piel, que se actualizan e informan constantemente y por tanto darán en el clavo desde un principio, y no después de tres años.

No entiendo porque no van a la segura viendo a un dermatólogo, que muchas veces desde la primera visita sabrá que te va funcionar y que no.

Además otra cosa valiosísima que te ofrece un pro es aterrizarte, te da un marco de referencia y te advierte cuánto tiempo durará el tratamiento.

Yo tuve melasma (paño) hace veintitres años y recuerdo que mi dermatólogo me explicó tantas cosas:

Primero me tranquilizó y me dijo “Esto se va a borrar, peeeeero, es muy tardado”.

“Esa mancha se va a llevar como un año y medio en borrarse”, así que sobre aviso, no hay engaño… no me impacienté, ni caí en la desesperanza.

Segundo, me informó que era imperativo usar bloqueador durante el día y que si no me ponía bloqueador todos los días, jamás iba a notar una mejoría en las manchas.

Tercero. Que la crema se iba a oxidar e iba a cambiar de color y que yo no debía preocuparme y podía seguírmela poniendo como si nada. Créanme que yo la hubiera tirado varias veces, de no haber sabido esto.

Cuarto. Que el tiempo máximo que podía usar esa crema era un año y medio debido a que la fórmula exfoliaba y el cutis se me iba a resecar demasiado si la usaba más tiempo.

Por todo esto cuando salí de su consultorio tenía el poder que da el conocimiento, y no el signo de interrogación en la frente, que tenemos cuando compramos algo en una tienda común y corriente.

Sabía entre otras cosas, que necesitaba tener mucha paciencia y constancia para aplicarme noche tras noche esa crema despigmentante.

Y así lo hice, tal cual me lo dijo mi doctor, y logré quitarme esas manchas de la frente que parecían dos mapas mundiales.

En cambio si hubiera comprado una crema para las manchas sin consultar con un dermátologo, la cosa hubiera sido masomenos así.

Primero. Me hubiera desesperado y hubiera cambiado de marca mil veces.

Segundo. Jamás me habría enterado de la necesidad imperativa de usar bloqueador a diario si quieres que una mancha desaparezca.

Tercero. Hubiera terminado por decir que NI UNA crema despigmentante sirve.

Cuarto. No tendría el buen hábito de usar bloqueador los 365 días del año que sin duda ha ayudado a que yo no tengas más manchas en el rostro.

Por estas razones y muchas otras hay que preguntarle al que sabe.

Pues aunque no lo creas, yo también aprendí a la mala y gasté fortunas tratándome (solita) el acné.

Claro que después de varios años me harté de no ver mejoría y fui con un dermatólogo que me solucionó el problema en tres tristes meses.

Resulta que yo traía un desbalance hormonal y obviamente, las cremas que me untaba, jamás me iban a componer las hormonas. ¡Arghhhh que coraje mbe!

También dejé de gastar dinero en cremas de día porque mi dermatólogo hace años me recomendó usar solo bloqueador.

Recuerdo que me dijo ” Las cremas de día sirven solo para hacer negocio, porque lo que envejece la piel es el sol, y lo único que ocupas durante el día es bloquear los rayos UV “.

Otra cosa que tampoco hago es ponerme perfume en el cuello, porque gracias mi doctor sé que el alcohol reseca y envejece la piel.

Así es que ahorita que estamos entrando a la menopausia y todas traemos un desgarriate hormonal, deberíamos de traer de moda al ginecólogo y al dermatólogo.

Porque parece adrede, pero todo ese descontrol se nota más en el cutis, el pelo y las uñas…es la típica Ley de Murphy... ¿A ver? ¿Por qué no se me secan los talones en lugar de los ojos?

Por esto último hay que considerar darle una vueltecita a estos dos profesionales mínimo cada dos años, para que nos den coaching y dejemos de andar a tontas y a locas.

A estas alturas del partido si gasto dinero quiero que sea en otra cosa y no comprando medicinas, así que es mejor ir a la segura y consultar con un profesional.

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Historias

Objetos sin vida que dan felicidad

17 agosto, 2020

Últimamente me he topado con muchísimos retos en Instagram y me encantan porque algunos sirven mucho en cuestión de motivarse una misma.

Lo que más me gusta es que hay de todos colores y sabores, y no se a que se deba, pero abundan los que te retan a agradecer por algo diariamente…

Como no soy amante de la estructura, no le he entrado a ninguno formalmente, pero de tanto leerlos, me puse a pensar en todo aquello que me debería de hacer sentir agradecida.

Definitivamente hay personas y conceptos por quienes tengo que agradecer muchas cosas y cosas a las que tengo mucho que agradecer.

Y entonces, haciendo este ejercicio me puse a reflexionar, y decidí enumerar los pequeños objetos que hacen que mi vida sea más divertida y colorida. 

Me dije: ¿Cuál de todas las cosas que poseo es mi favorita y la que más dicha me da?

Inmediatamente después de formular la pregunta, me vinieron a la mente bienes materiales que me sirven mucho y aparte me hacen muy feliz.

Y no es que yo crea que las cosas van por encima de la salud, el amor o las personas que nos aman ¡PARA NADA!, es simplemente que pocas veces pensamos en esas madrinolas que nos hacen el día a día menos pesado.

Y bueno, volviendo al tema, después de darle vueltas al asunto saqué una lista, pero no pude parar ahí y escribí una segunda lista ya que descubrí que estoy encariñada con MUCHAS COSAS.

Después las edité porque no quería aburrirlas con listas de 20 cosas pero…

Los finalistas fueron aquellos que siempre tendrán un lugar especial en mi corazón :

  • Mis tenis Saucony. Porque hacen que mis pies no se cansen y me acompañan haciendo la cosa que mas disfruto hacer en esta vida que es correr.
  • El Parque Fundidora. Aunque no es mío, lo siento mío y creo firmemente que Monterrey no tiene una cosa más hermosa que este parque, este es el oasis del desierto, es un toque de color verde entre tanto gris.
  • maleta. Mi compañera de viaje no podía faltar en esta lista, es ligera, aguantadora, evita que me canse y pueda seguir caminando en todas esas partes a dónde llego de visita.
  • iPod. Mi música y mis fotos están aquí y con eso ya dije todo, por eso lo amo y lo cuido como a mis ojos. No es lo mismo correr o limpiar la casa con música que sin ella.
  • suero Estée Lauder. Tengo añales usando este suero y no me cansa, es delicioso. Me hace el favor de que me vea menos cansada y deshidratada.
  • gomitas de calcio. Ahora que tengo que tomar calcio créanme que estas gomitas se han convertido en mis mejores amigas. Odio las pastillotas que tienen el tamaño de un USB y por más que busco diferentes marcas TODAS tienen esas dimensiones. Además las gomas saben de.li.cio.so.
 

Después están los suplentes, otras cosas que poseo, y que de repente traigo de moda, aquí el amor es intermitente pues de repente los amo y después los olvido, en esta lista quedarían:

 
    • Mi libro de cabecera
    • Mi difusor de aromaterapia
 

Y para el final dejé lo mejor, el ganador absoluto, sin dudarlo, es mi carro. Tengo muchas cosas que agradecerle a mi carrito, al actual y a todos los que me han aguantado a lo largo de mi ya larguísima carrera como chofer.

 

Es un objeto que en mi caso, da mucho y recibe muy poco a cambio, pues soy esa dueña (odiosa) que solo lo lleva al taller cuando ya no funciona.

Cuando paro en la gasolinera y me preguntan si le checan algo, digo siempre que no, desconozco por qué, pero ya es un hábito decir que no, y dar por hecho que no le falta nada…

¡Cuando nunca de los nuncas le checo nada!

 

Le hago la afinación 7000 kilómetros después de que la requiere y pocas veces lo lavo, bueno tal vez lo llevo al car wash unas 20 veces al año.

 

A cambio él hace posible que yo haga muchas cosas y viva otras tantas, ha sido mi compañero de fiesta, de viaje, consultorio sentimental, sala de espera, salón de belleza, confesionario, cama, paraguas, etc. 

 

Gracias a él llego al trabajo, a las reuniones con mis amigas (os), citas con el doctor, gimnasio, clases y a todos esos lugares a los cuales por una razón u otra me interesa asistir. 

 

Me resguarda del frío y del calor, sirve de refugio, de cabina telefónica, de silla, espacio de lectura, pero lo más importante es que desde hace mucho tiempo es mi compañero incondicional.

A donde yo quiera ir, él quiere ir, no me cuestiona la hora, ni la temperatura, si es fin de semana o día festivo, nunca se le hace que es demasiado temprano o demasiado tarde. 

 

Esta disponible para mi  24/7.

Por eso ahora que decidí hacer una lista de cosas por la cuales agradecerle a la vida, pensé precisamente en esas cosas que no tienen vida pero mejoran la mía.

Aún cuando son objetos inanimados, nos permiten disfrutar más y mejor de nuestra existencia.

Esas cosas le añaden a nuestras vivencias forma sonido, color y calor.

Le ponen a todo dos rayitas más y hacen posible que disfrutemos algo que en potencia podría ser difícil o aburrido.

Por esto la próxima vez que agradezcamos, volvamos la cara y veamos nuestras cosas con amor y demos las gracias de que están ahí para acompañarnos y hacernos el camino más agradable. 

 

Y tú ¿ A qué le agradecerías que…?

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Fotografía: PEXELS

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