Historias Vida Sana

Crónica de un bochorno anunciado.

2 marzo, 2020

Mil perdones al grandísimo Gabriel García Marquez por estarme copiando parte del título de una de sus grandes obras, pero créanme que no se me ocurría que poner.

Este post como su nombre lo indica tratará de los bochornos, y aunque yo no los padezco, puedo perfectamente opinar al respecto, porque…

Hace poco más de tres años tuve uno, que así como vino se fue. Como yo ignoraba que no volvería me puse de inmediato a buscar los cinco mejores productos para los bochornos, pero déjenme seguir con el relato.

El susodicho no volvió y no se si lo hará en un futuro, pero les cuento que nuestro encuentro furtivo pasó más o menos así.

La historia comienza en un frío medio día, corría el mes de enero, yo estaba en la cocina y me disponía a empezar a comer.

Acababa de sentarme a la mesa y tenía la cara frente a mi plato cuando de pronto sentí como una plancha invisible iba acercándose lentamente a mi.

Instintivamente me alejé de la comida pensando que estaba caliente de más, y llegó el momento en que el calor me orilló a aventar la silla y ponerme de pie.

Trataba inútilmente de alargar la distancia que había entre mi plato y yo y aunque me paré, la plancha seguía tan cerca de mi rostro que empecé a sudar profusamente.

Luego, como por arte de magia (o brujería) el calor y el sudor desaparecieron, y el raro episodio acabó como empezó.

Todo todo todo esto que les cuento duró segundos, tal vez un minuto, pero no más.

Cuando volvió la calma, me sentí desorientada, asustada y muy sacada de onda.

Les juro que si nadie me hubiera hablado de la existencia de los bochornos habría pensado que era un fenómeno paranormal y que alguien del otro lado andaba buscando comunicarse conmigo.

Y lo que menos importa es que esa plancha haya sido imaginaria, pues lo que yo sentí fue muy real.

Tan real que mi rostro no ha vuelto a producir tanto sudor en tan poco tiempo.

Y lo peor no fue sentir calor, sentí que me quemaba y aunque sabía que era imposible, pensé que en cualquier momento mi cuerpo iba a empezar un proceso de combustión.

Lo que viví fue algo tan tangible y tan desconocido que me permitió darme cuenta de que ya había entrado en la menopausia.

Recuerdo que pensé “Woooooow fue una la que se sentó a comer y otra la que se levantó”

Poéticamente hablando se sentó a la mesa la señora de mediana edad y al final de la comida se levantó la de edad madura.

Después de ese episodio me preparé como loca, leí y re leí todo lo que pude acerca de los bochornos y por medio de la investigación y de los reviews encontré los cinco mejores productos para los bochornos, y lo irónico es que nunca más volví a sentir uno.

De tanto que me preparé para hacerles frente, creo que los espanté jajaja

Y no dudo ni tantito que tal vez en un futuro vuelvan corregidos y aumentados, pero hasta el día de hoy no he vuelto a experimentar otro.

En cambio, tengo amigas que los tienen muy frecuentemente.

Les duran mucho tiempo y algunas empiezan a sudar tanto que literalmente se tienen que retirar de donde están pues la ropa y el pelo les terminan escurriendo.

Estos infelices calorones afectan su calidad de vida y las hacen repelar, a muchas, casi a diario.

Así que, por ellas y por todas las que leen este blog, me decidí escribir este post e investigué lo más nuevo que hay en el mercado para aligerar un poco la carga de los bochornos.

Aclaro que yo no he probado nada NA.DA porque yo no padezco de este síntoma, así que si compran algo, háganle un favor a la comunidad que lee este blog y dejen un comentario debajo del post, pues no todas seguimos la página de FB.

Los 5 mejores productos para los bochornos

Toalla refrescante. Esta toalla promete tener absorción extra para el sudor excesivo y al mismo tiempo tiene poderes refrescantes. (aquí)

Abanico portátil. Este abaniquito tan coqueto (y discreto) ni explicación necesita y aunque algunas de ustedes podrían pensar que sirve igual un abanico de “los de antes”, yo me inclino por este pues se activa solo.

Podría jurar que a veces se suda más del ejercicio que se tiene que hacer con el brazo para abanicarse con la mano.(aquí)

Spray refrescante. Este es una combinación de ingredientes que da la sensación de frío, tal vez es como el mentol o algo parecido pero promete bajar la sensación de calor hasta por veinte minutos, lo cual me parece una maravilla embotellada. (aquí)

Toallitas refrescantes. Estas podrían ser una maravilla si yo no anduviera ya pensando tanto en la ecología, pero ustedes son libres de probarlas y decidir si les ayudan o no. (aquí)

Gel refrescante. Este si que me parece genial aunque podrían vender el refill (aquí)

Compresas refrescantes. Las compresas se me hacen menos contaminantes pues estamos contando con que los bochornos nos van a dar de vez en cuando y no tres veces al día. (aquí)

Éstas, igual que las toallitas, prometen bajar la temperatura del cuerpo inmediatamente y si las usas junto con la toalla pueden ser de gran ayuda, al menos para cuando se anda en la calle y no se tiene una regadera a la mano.

Y bueno pues de estos cinco artículos creo que yo traería en la bolsa unos dos…si padeciera de bochornos.

De la gran variedad de píldoras, aceites, gomitas y demás cosas que venden por internet y que prometen aliviar los bochornos, estos me parecen los más confiables.

Obvio traté de buscar paliativos externos pues a las cosas tomadas no les hago confianza, yo, si no es con receta de por medio, no tomo nada.

A lo mucho compro vitaminas que al menos si no me hacen bien tampoco me hacen mal.

Pero bueno, volviendo a los hot flashes, les recomiendo como siempre que se informen, lean y busquen una solución a la problemática del día a día, tal vez no van a desaparecer, pero pueden mejorar.

Espero que esta lista les sirva para perder menos tiempo surfeando el mar de la web y como siempre nos leemos muy pronto.

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